domingo, 4 de julio de 2010

El Gobierno garantiza el aporte al Júcar-Vinalopó de hasta un máximo de 80 hm3 "de la mejor calidad posible"

VALENCIA.- El Gobierno afirma que el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) garantiza el aporte del máximo volumen legal de agua del trasvase Júcar-Vinalopó, hasta 80 hectómetros cúbicos, "y de la mejor calidad posible, cumpliendo escrupulosamente las condiciones impuestas por la Unión Europea para la financiación de 120 millones de euros a la conducción Júcar-Vinalopó, de que sean excedentes del río Júcar y de que se cumplan las condiciones medioambientales del río y de la Albufera de Valencia".

El Ejecutivo especifica que con las inversiones efectuadas, fundamentalmente en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de la Ribera, la calidad del agua "ha pasado de ser apta para el riego a ser prepotable, lo que permite, en estos momentos, estudiar el diseño de las características de la planta potabilizadora".

Así figura en una respuesta parlamentaria que data del pasado 4 de mayo, a una pregunta formulada por la diputada 'popular' Teresa García Serna para conocer la intención de Medio Ambiente de mantener el caudal del trasvase Júcar-Vinalopó en los 80 hectómetros previstos inicialmente.

La parlamentaria del PP también inquiere sobre los beneficios de la modificación de la toma de Cortes de Pallás al Azud de la Marquesa y la estimación del coste económico que supuso ese cambio del proyecto inicial, entre otras cuestiones.

El Gobierno insiste en que la modificación de la toma de la conducción "garantiza" la viabilidad del trasvase desde el punto de vista ambiental, social y económico. Ambiental porque permite cumplir las exigencias medioambientales de la Unión Europea, y social porque es el "único trasvase que tiene unanimidad de la cuenca cedente, de los usuarios, organizaciones agrarias y ecologistas".

En materia económica, el Ejecutivo asegura que en las condiciones actuales del río Júcar, "en los últimos años solamente se hubiera podido trasvasar una media de 7,4 hectómetros cúbicos cada año, y en quince de estos años, no se hubiera trasvasado ni una sola gota, haciendo inviable el proyecto inicial".

"Así lo ha reconocido la Unión Europea al incrementar en un 60 por ciento su financiación, de los 75 millones de euros hasta los 120 millones de euros actuales", remarca el Gobierno.

Asimismo, destaca que la reducción de caudales "implicaba la inviabilidad del proyecto, ante la inexistencia de excedentes a trasvasar", y determinó la decisión del Gobierno de modificar el punto de toma de la conducción. Esta decisión se sustentó en los trabajos realizados por la Comisión Técnica creada en la Confederación Hidrográfica del Júcar y en estudios promovidos por Aguas del Júcar, S.A. y elaborados por las universidades de Valencia y Alicante, subraya el Ejecutivo.

En otra de las respuestas, especifica que la inversión del proyecto inicial desde Cortes de Pallás ascendía a 230 millones de euros y contaba con una financiación europea de 75 millones de euros, en tanto que el coste desde el Azud de la Marquesa es de 303 millones de euros.

Al respecto, apunta que aunque la cifra de inversión global del proyecto se eleva con relación al anterior, "desde la nueva toma se garantiza la viabilidad económica del proyecto al incrementarse el volumen de agua real a trasvasar, tal como reconoció la Unión Europea, que incrementó su aportación hasta 120 millones de euros", insiste.

Apunta que la modificación del trazado obedeció a la "necesidad de garantizar la eficacia de la infraestructura, que se hallaba gravemente comprometida debido a la inexistencia de los excedentes hídricos previstos en el proyecto original, que no contempló la disminución continuada de caudales en el río Júcar desde 1982".

Esta circunstancia impedía garantizar las transferencias previstas sin afectar al caudal ecológico del río y a la Albufera y, en consecuencia, anulaba la eficacia de la conducción y comprometía la financiación otorgada por la Unión Europea.

Asimismo, el Azud de la Marquesa, en la desembocadura del río, fue identificado como el punto de toma de agua idóneo entre las numerosas alternativas analizadas, ya que permite "satisfacer las necesidades de las cuencas cedente y receptora, cumpliendo con los principios fundamentales de la política comunitaria del agua".

Respecto a los niveles de calidad del agua en el Azud de la Marquesa, tanto los análisis periódicos como las conclusiones del estudio realizado "han constatado la aptitud del agua para los usos de destino", remarca el Ejecutivo.

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