NUEVA YORK.- Los ríos del mundo están en crisis, incluyendo los de América del Norte y Europa, donde los gobiernos han invertido billones de dólares para limpiar sus reservas de agua dulce, según mostró un estudio.
"Los riesgos para la seguridad del agua para consumo humano y la diversidad biológica son epidémicos", dijo Charles Vorosmarty de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, coautor del informe en la publicación Nature.
El equipo internacional de científicos estimó que casi el 80 por ciento de la población mundial - unos 5.000 millones de personas - vive en zonas de alto riesgo para la seguridad del suministro de agua, debido a una mala gestión y a la contaminación fluvial.
"Ríos en crisis", titulaba la revista en su portada.
Un mapa señala un alto nivel de riesgo, en rojo, en gran parte de Estados Unidos, incluida la cuenca del Misisipi, además de casi toda Europa. India, con la cuenca del Ganges, y el este de China, con el río Yangtze, también aparecen en rojo.
El incremento de la riqueza significa con frecuencia un aumento de los riesgos, por ejemplo por una mala colocación de las presas o un aumento de la contaminación debido al uso de fertilizantes, pesticidas y otros agentes químicos. Las naciones ricas, entonces, encubrieron su mala administración instalando plantas de tratamiento muy caras.
Los autores insistieron en la necesidad de un replanteamiento de la situación para salvaguardar los ríos, especialmente en aquellos menos afectados, situados en las naciones en desarrollo. La población mundial va camino de alcanzar los 9.000 millones de habitantes en 2050, en comparación con los 6.800 millones de hoy en día.
Los investigadores anuncian en el estudio publicado que van a examinar detenidamente una serie de doble riesgo, por un lado para el suministro de agua potable a las personas y, por otro, para la diversidad biológica en los ríos, que abarca desde los peces hasta los cocodrilos.
"Dada la tendencia al alza en la extinción de especies, la población humana, el cambio climático, el uso del agua y las presiones del desarrollo, los sistemas de agua potable seguirán amenazados durante mucho tiempo", escribieron los científicos.
Los ríos menos afectados se encuentran en Siberia, Canadá, Alaska, la cuenca del Amazonas o el norte de Australia, según dijeron. Algunas zonas del Amazonas, el Congo y el Nilo corren poco riesgo.
En las naciones ricas, es más difícil que la gente comprenda los problemas que surgen de los suministros de agua defectuosos, porque el agua de grifo se potabiliza.
"En el mundo industrializado, la estrategia de gestión del agua es la de poner parches a los problemas al final de la cadena en lugar de atender las causas subyacentes", dijo Peter McIntyre, coautor de la investigación en la Universidad de Michigan.
El estudio solicita que el resto de naciones no sigan a los ricos que habían invertido billones de dólares en la gestión de ríos, presas y plantas hidroeléctricas, construyendo diques artificiales para posibilitar tierra de labranza en las llanuras pantanosas.
"Si les preocupan las inundaciones, deberían querer preservar las llanuras húmedas de las zonas bajas, ya que éstas absorben la conmoción de las inundaciones", dijo Vorosmarty.
"Eso eliminaría la necesidad de construir un sistema de contención de inundaciones que cuesta millones de dólares", añadió.
A modo de un ejemplo positivo, la ciudad de Nueva York compró una zona de las Montañas Catskill para ayudar a proporcionar agua naturalmente filtrada, al considerar que es más barato que instalar una planta de tratamiento.
Los autores del estudio dijeron que podría llevar décadas que los políticos se comprometan lo suficiente como para solucionar el problema.
"Mientras tanto, una fracción sustancial de la población mundial e innumerables especies de agua dulce siguen amenazadas", afirmaron.
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