PARÍS.- La FIFA aplicó esta semana su mayor castigo a seis destacados dirigentes como parte de una maniobra diseñada para dar a la entidad que rige el fútbol una imagen de transparencia y alejada de la corrupción.
Si verdaderamente lo es o no aún está por verse, pero si estas nuevas sanciones ayudan a la FIFA a reparar la negativa imagen que se ha forjado durante años, entonces las medidas serán valoradas positivamente.
La FIFA suspendió y multó a dos miembros de su comité ejecutivo, y posteriormente a otras cuatro autoridades, a consecuencia de las acusaciones de corrupción realizadas por el periódico británico Sunday Times el mes pasado.
Claudio Sulser, ex futbolista de la selección suiza que se convirtió en abogado y presidente del Comité de Ética que tomó las medidas contra los seis implicados, dijo que todo este asunto no había dado una buena imagen de la FIFA, pero que esperaba que esto pudiera cambiar la percepción sobre la entidad.
"El daño causado a la imagen de la FIFA es grande", admitió.
"Cuando se habla de la FIFA, hay una actitud negativa generalizada, al hablar de corrupción o cosas así (...) la FIFA es una gran organización con muchos intereses y ciertas cosas pueden salir mal. La diferencia es que ahora estamos trabajando para lograr la transparencia", agregó.
Sin embargo, la FIFA sólo actuó contra los miembros del comité ejecutivo Amos Adamu (Nigeria) y Reynald Temarii (Tahití) y otras cuatro autoridades después de la publicación del Sunday Times.
No se descubrió a los seis implicados por ninguna investigación interna de la FIFA, por lo que hay una sensación generalizada de que la entidad ha tomado sus decisiones de mala gana.
Sulser criticó los métodos del Sunday Times, pero si el diario no hubiera llevado a cabo su investigación, no habría salido a la luz el hecho de que Adamu y Temarii estaban dispuestos a actuar de manera inmoral.
Aunque Sulser fue crítico con el periódico, el Comité de Ética creyó que había suficiente verdad en la historia como para actuar y, por lo que el jueves anunció severas sanciones.
Los seis hombres implicados - Adamu y Temarii, del comité ejecutivo, el influyente Slim Aloulou de Túnez, Ismael Bhamjee de Botsuana, Ahongalu Fusimalohi de Tonga y Amadou Diakite, de Mali - fueron multados y suspendidos de toda actividad relacionada con el fútbol durante un tiempo entre todos de 16 años.
Adamu y Temarii recibieron las sanciones más duras.
Esta decisión influirá en la votación sobre las sedes de los Mundiales de 2018 y 2022, que tendrá lugar el 2 de diciembre en Zúrich.
La votación estará ahora protagonizada por 22 miembros del comité ejecutivo en lugar de 24, y el secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, anunció que las confederaciones de África (CAF) y de Oceanía (OFC) tendrían que seleccionar a dos nuevos representantes para sus respectivos comités.
Valcke también opinó que las decisiones del jueves fueron positivas para la FIFA, ya que demostraron que la entidad no tolerará ningún tipo de artimaña en lo referido a la votación sobre las sedes de los Mundiales.
Al mismo tiempo que declaró culpables a los seis miembros, el comité decidió que las acusaciones de conspiración e intercambio de votos entre las candidaturas de España-Portugal - que luchan de manera conjunta por albergar el Mundial de 2018- y Qatar - aspirante para el de 2022 -, eran infundadas.
"Esto fue importante para el futuro", destacó Valcke en una rueda de prensa posterior al anuncio de las conclusiones.
"Esto demuestra que tenemos una estructura, con el Comité de Ética, que se creó para supervisar el proceso de las candidaturas, y que hasta ahora tuvimos todas las herramientas para garantizar que nadie pueda cuestionar la manera en que llevamos a cabo el proceso", añadió.
Todavía quedan dos semanas para terminar este proceso, con al menos un capítulo más en la historia.
La cadena británica BBC tiene la intención de emitir un documental tres días antes de la votación, centrándose en las acusaciones de corrupción contra la FIFA, algo que podría perjudicar a la candidatura de Inglaterra para 2018.
Según información filtrada, el programa no tiene nuevas revelaciones y será una repetición de viejas acusaciones con las que la FIFA tuvo que lidiar en los tribunales suizos años atrás.
La FIFA tendrá que pelear contra esa imagen negativa. Las medidas tomadas el jueves tal vez sean el comienzo de un intento de la entidad por cambiar las viejas percepciones que la rodean.
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