MADRID.- Quizás no sea tan difícil como hacer pasar un camello por el ojo de una aguja, pero analistas ven dificultades para que España satisfaga su proyección de crecimiento en 2011, lo que obligaría al Gobierno a acudir a un 'Plan B' para cumplir su objetivo de recorte del déficit fiscal.
El Ejecutivo ha comprometido con Bruselas una reducción del déficit público español el próximo año desde el 9,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) previsto para este año hasta el 6,0 por ciento, lo que debe ser compatible con una proyección de crecimiento del 1,3 por ciento.
"Yo creo que no va a haber más remedio que adoptar el 'Plan B'. Va a ser difícil que se cumpla el objetivo de crecimiento y de ingresos previstos por el Gobierno en 2011 y, por tanto, habrá que dar una vuelta de tuerca a los gastos", dijo Xavier Segura, director del servicio de estudios de Catalunya Caixa.
España ya aplicó un duro ajuste fiscal en mayo al congelar algunos tipos de pensiones para 2011 y rebajar en distintas escalas el salario de los funcionarios.
En opinión de Segura la prioridad económica de España debe orientarse al cumplimento de su objetivo fiscal a fin de no defraudar el crédito de los mercados en su política económica.
La patronal bancaria también coincide en que el cumplimiento del déficit público es esencial para recuperar la confianza de los mercados financieros, según reveló el miércoles un informe de la Asociación Española de la Banca.
También varias voces del Gobierno han dejado claro en reiteradas ocasiones que el objetivo de déficit público es 'incondicional'.
Pese a que el Ejecutivo ha elaborado unos presupuestos austeros para el año próximo, que rebajan el gasto público en un 7,9 por ciento, analistas creen que la debilidad del consumo y el derrumbe del sector inmobiliario - otrora motores del crecimiento - van a frustrar el objetivo oficial de expansión con el consiguiente impacto sobre los ingresos públicos.
Pero la ministra española de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha insistido en que, del mismo modo que su pronóstico de PIB para 2010 se va a cumplir pese a la reticencia inicial que generó entre instituciones colaterales y analistas privados, también es verosímil que esta misma circunstancia concurra con la proyección del PIB para 2011.
El Gobierno siempre ha sostenido, contra no pocos pronósticos, que la tasa de expansión de España se contraería un 0,3 por ciento en 2010 y, a pocos días de concluir el año, existe consenso en que los cálculos del Ejecutivo son realistas.
Otros economistas dijeron que el mayor reto al que se enfrenta España en los primeros meses de 2011 es lograr la estabilidad del sistema financiero y corregir los problemas actuales para que el dinero fluya normalmente entre las familias y las empresas españolas, atajando las actuales restricciones.
"Para mí es absolutamente clave una recuperación significativa del flujo del crédito", dijo Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de Economía de IE Business School.
Para Martínez Lázaro, sólo una vuelta al crédito será capaz de normalizar el consumo y la inversión, facilitando la mejora del mercado laboral, que hasta el tercer trimestre del año acumulaba una tasa de paro cercana al 20 por ciento.
"Yo creo que la luz y taquígrafos que exige el Banco de España al sistema financiero va a ser un aspecto fundamental para poner de relieve los activos inmobiliarios que las entidades financieras tienen en sus balances y esto despejará dudas", agregó el profesor de Economía.
Uno de los argumentos que utilizan los mercados para explicar el aumento del diferencial de la deuda soberana de los estados periféricos de la zona del euro apunta a una supuesta falta de transparencia de sus sistemas financieros.
Analistas estaban de acuerdo en que los inversores, sobre todo los extranjeros, se sienten en la actualidad más inquietos por la salud del sistema financiero privado que por el público, cuya transparencia sería ahora más cristalina tras el reciente anuncio de las cuentas regionales a septiembre.
"Estoy absolutamente de acuerdo con que la clave para España está en la estabilidad de su sistema financiero privado y éste tiene que demostrar ahora que es sólido", en opinión de Emiliano Carluccio, coordinador de Coyuntura Económica del Instituto Flores de Lemus de la Universidad Carlos III.
En el último año, el spread del bono español a 10 años frente a su par alemán se ha ampliado en unos 200 puntos básicos hasta los 260 pb de este jueves.
Sobre esto, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que los ataques de los mercados contra la deuda soberana no responden a los fundamentos de la economía nacional.
El Banco de España ha insistido en que el último informe financiero publicado por la entidad pormenoriza los detalles sobre el estado de salud del sistema financiero español. Además, ha afirmado que nada sustantivo ha cambiado en las entidades de crédito desde que se divulgaran las pruebas de resistencia bancaria en julio.
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