DAVOS.- El presidente ruso, Dimitri Medvedev, advirtió este miércoles en la apertura del Foro de Davos (Suiza) sobre la "lección" dada a los Gobiernos del mundo por la revuelta tunecina, en medio del aumento de las desigualdades sociales tras la crisis económica y financiera.
La 41ª edición de Davos tiene lugar en momentos en que la estabilidad mundial atraviesa un nuevo periodo de turbulencias a raíz de protestas sociales como las de Túnez y Egipto, los problemas por la deuda pública de la Eurozona y la "guerra de divisas".
En ese marco, Medvedev indicó que la revuelta popular en Túnez que terminó en la caída del régimen de 23 años de Zine El Abidine Ben Alí es "una lección sustancial a retener para todas las autoridades, sea cual sea el país del que se habla".
Los gobiernos deben "escuchar lo que el pueblo tiene para decir, porque si no corren el riesgo de perder contacto con la realidad", dijo el presidente ruso ante la élite mundial reunida hasta el domingo en la estación de esquí de los Alpes suizos.
"Espero que la situación en Túnez se estabilice y no haya un efecto contagio en el mundo árabe", agregó.
Estas protestas están vinculadas al aumento de las desigualdades sociales, según los expertos reunidos en Davos.
"Es el desafío más serio para el mundo. No creo que se le haya prestado suficiente atención", aseguró el miércoles el más alto representante chino en el FMI, Zhu Min.
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