VALENCIA.- El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), Ricard Cabedo, ha asegurado este viernes que ayer concidió "por casualidad" con los tres policías que prestaron declaración como testigos en el alto tribunal en la causa abierta contra el portavoz socialista en las Corts, Ángel Luna, por exhibir un informe del 'caso Gürtel' bajo secreto sumarial. En un comunicado ha añadido que se ha provocado un "daño inaceptable" y pide respeto a la institución.
El diario ABC publica este viernes una información donde se asegura que el fiscal jefe del TSCV y los agentes "tras una breve charla y algunas presentaciones accedieron juntos" a un restaurante de Valencia donde, "de acuerdo con el testimonio de otros comensales, ocuparon una zona reservada del local en mesas contiguas". El texto va acompañado de dos fotografías en las que se ve a Ricard Cabedo salir del mismo restaurante que los tres miembros de la Brigada de Blanqueo de Capitales --entre ellos el comisario jefe--.
Cabedo ha insistido en que es "mentira" que ayer tras la declaración quedara a comer con los policías y ha aclarado que se encontró con ellos "por casualidad". Ha explicado que ayer acudió junto a otros compañeros fiscales a comer a un restaurante y, una vez allí, se encontró "casualmente" con los tres policías que esa misma mañana habían prestado declaración ante el magistrado Juan Montero, instructor de la causa abierta a Luna por un presunto delito de revelación de secreto.
"No comí con ningún policía, sino con algunos fiscales. Con ellos coincidimos allí, en la puerta. Nos saludamos y nada más", ha dicho en referencia a los agentes.
Cabedo ha apostillado que el local al que acudió para comer no tiene ningún zona reservada ni apartada, "con lo que no me pude quedar allí con ningún agente, porque esa zona no existe" en el establecimiento, ha reiterado.
Así, ha señalado que tras saludar a los agentes, todos se metieron en el restaurante, y él junto a otros fiscales se sentó en una mesa diferente en la que estuvieron los agentes que, de hecho, según ha comentado, al estar lejos "ni tan siquiera la veía", ha puntualizado.
En un comunicado posterior, el fiscal superior, que ha pedido "el respeto que la institución merece" y ha señalado que se ha provocado un "daño inaceptable", ha reiterado que "en ningún momento" se ha reunido con los agentes, con los que no compartió mesa en el restaurante y especifica que acudió al local con su coche oficial, con fiscales del TSJCV.
Con ellos, según relata en el comunicado, coincidió en la puerta del restaurante con los agentes que habían declarado "y, cumpliendo con las mínimas normas de cortesía, se saludaron", aunque precisa que no mantuvo ninguna conversación con ellos "ni fuera ni dentro" del establecimiento.
En el local comió en una mesa con los fiscales que le acompañaban, que no estaba situada en ningún reservado, de los que carece el establecimiento, y en una ubicación que le impedía relacionare con los agentes, hasta el punto de que, según señala, no estaba "al alcance" de su vista.
Versión de Rubalcaba
El vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha destacado este viernes que "las comidas y las cenas están dentro de la vida privada".
El diario ABC publica este viernes una información donde se asegura que el fiscal jefe del TSCV y los agentes "tras una breve charla y algunas presentaciones accedieron juntos" a un restaurante de Valencia donde, "de acuerdo con el testimonio de otros comensales, ocuparon una zona reservada del local en mesas contiguas". El texto va acompañado de dos fotografías en las que se ve a Ricard Cabedo salir del mismo restaurante que los tres miembros de la Brigada de Blanqueo de Capitales --entre ellos el comisario jefe--.
Cabedo ha insistido en que es "mentira" que ayer tras la declaración quedara a comer con los policías y ha aclarado que se encontró con ellos "por casualidad". Ha explicado que ayer acudió junto a otros compañeros fiscales a comer a un restaurante y, una vez allí, se encontró "casualmente" con los tres policías que esa misma mañana habían prestado declaración ante el magistrado Juan Montero, instructor de la causa abierta a Luna por un presunto delito de revelación de secreto.
"No comí con ningún policía, sino con algunos fiscales. Con ellos coincidimos allí, en la puerta. Nos saludamos y nada más", ha dicho en referencia a los agentes.
Cabedo ha apostillado que el local al que acudió para comer no tiene ningún zona reservada ni apartada, "con lo que no me pude quedar allí con ningún agente, porque esa zona no existe" en el establecimiento, ha reiterado.
Así, ha señalado que tras saludar a los agentes, todos se metieron en el restaurante, y él junto a otros fiscales se sentó en una mesa diferente en la que estuvieron los agentes que, de hecho, según ha comentado, al estar lejos "ni tan siquiera la veía", ha puntualizado.
Con ellos, según relata en el comunicado, coincidió en la puerta del restaurante con los agentes que habían declarado "y, cumpliendo con las mínimas normas de cortesía, se saludaron", aunque precisa que no mantuvo ninguna conversación con ellos "ni fuera ni dentro" del establecimiento.
En el local comió en una mesa con los fiscales que le acompañaban, que no estaba situada en ningún reservado, de los que carece el establecimiento, y en una ubicación que le impedía relacionare con los agentes, hasta el punto de que, según señala, no estaba "al alcance" de su vista.
Versión de Rubalcaba
El vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha destacado este viernes que "las comidas y las cenas están dentro de la vida privada".
En este sentido se ha manifestado Rubalcaba, en respuesta a los periodistas, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha destacado que no conocía esta noticia y, por tanto, no la comenta.
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