ARGEL.- Argelia ha evitado hasta ahora una rebelión como en Túnez y Egipto. Pero con más de un 20% de desempleo juvenil, el gobierno necesita diversificar su economía para evitar una rebelión popular, predicen analistas del FMI. En una sincera entrevista, Joël Toujas-Bernaté, el jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Argelia, advierte de las "tensiones subyacentes" que podrían conducir en Argelia a un desarrollo similar al levantamiento popular para derrocar el gobierno, tal y como ha tenido éxito en Túnez y ahora se intenta en Egipto.
Al preguntarle qué impacto podráa tener la agitación social de la vecina Túnez en los argelinos, Toujas-Bernaté opina que "los dos contextos son diferentes desde muchos puntos de vista: económicamente, políticamente y socialmente".
"Vivimos disturbios en Argelia a principios de este mes, provocada por los significativos aumentos de los precios de alimentos básicos - azúcar y aceite -, pero las autoridades fueron capaces de tomar medidas urgentes para reducir estos precios con la eliminación temporal de los impuestos de aduana y el impuesto del valor añadido a estos productos", explica el jefe de la misión del FMI.
Sin embargo, Toujas-Bernaté advierte que "todavía hay algunas tensiones subyacentes relacionadas con el alto desempleo entre los jóvenes. Si existe la percepción de que la riqueza petrolera del país no está beneficiando a todos los segmentos de la población, esto podría hacer las cosas aún más tensas".
El jefe de la misión del FMI sostiene que Argelia debe dirigirse hacia las reformas y la diversificación económicas para evitar un mayor descontento social. "La economía argelina está dominada por sus recursos de petróleo y gas, que representan el 98 por ciento de las exportaciones del país. El sector de hidrocarburos representa alrededor del 40-45 por ciento del PIB total y cerca de dos tercios de los presupuestos estatales", explica.
"Vivimos disturbios en Argelia a principios de este mes, provocada por los significativos aumentos de los precios de alimentos básicos - azúcar y aceite -, pero las autoridades fueron capaces de tomar medidas urgentes para reducir estos precios con la eliminación temporal de los impuestos de aduana y el impuesto del valor añadido a estos productos", explica el jefe de la misión del FMI.
Sin embargo, Toujas-Bernaté advierte que "todavía hay algunas tensiones subyacentes relacionadas con el alto desempleo entre los jóvenes. Si existe la percepción de que la riqueza petrolera del país no está beneficiando a todos los segmentos de la población, esto podría hacer las cosas aún más tensas".
El jefe de la misión del FMI sostiene que Argelia debe dirigirse hacia las reformas y la diversificación económicas para evitar un mayor descontento social. "La economía argelina está dominada por sus recursos de petróleo y gas, que representan el 98 por ciento de las exportaciones del país. El sector de hidrocarburos representa alrededor del 40-45 por ciento del PIB total y cerca de dos tercios de los presupuestos estatales", explica.
"Otra característica clave de la economía es el papel predominante del Estado. El noventa por ciento de los bancos del país son públicos, la empresa de hidrocarburos es estatal, y el gasto público representa dos tercios de los PIB no relacionado con los hidrocarburos", añade Joël Toujas-Bernaté
Coincidiendo con las autoridades argelinas, Toujas-Bernaté sostiene que el gran reto del país sigue siendo el desempleo, que sigue siendo alto, especialmente entre los más jóvenes. "Debo destacar que Argelia ha recorrido un largo camino. Hace una década, el desempleo juvenil superaba el 50 por ciento. Sin embargo, el 21 por ciento actual de desempleo entre los jóvenes sigue siendo muy alto..."
El desempleo se ha reducido a través del masivo crecimiento económico en la última década y en su mayoría debido al petróleo. Las tendencias demográficas habían "jugado un papel importante" para mantener la alta tasa de desempleo. "La población argelina es joven y en rápido crecimiento, por lo que Argelia tiene un crecimiento mucho más alto para ser capaz de absorber las nuevas entradas en el mercado laboral", sostiene Toujas-Bernaté.
"La fuerza de trabajo está creciendo entre un 2% y un 3 por ciento al año. Sólo para estabilizar el desempleo y absorber toda la nueva mano de obra que hay libre, Argelia, probablemente, necesita un crecimiento en el sector no hidrocarburos de al menos el 5 por ciento", según los cálculos del analista del FMI, que subraya, sin embargo, que las autoridades argelinas están al tanto y abordan los problemas socioeconómicos del país, incluida la manera de diversificar la economía.
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