PARÍS.- El príncipe Mulay Hicham, primo del Rey Mohamed VI y tercero en la línea de sucesión del trono alauí, ha asegurado que su país "no es una excepción" en el contexto de las revueltas antigubernamentales que se propagan por todo el mundo árabe.
"No somos una excepción, no queremos ser una excepción. Tenemos derecho a la democracia y queremos construir nuestra propia democracia", ha afirmado Hicham, apodado el 'Príncipe Rojo', en una entrevista concedida a la cadena de televisión francesa France 24.
Hicham aprovechó para manifestar su apoyo a las movilizaciones convocadas para el próximo domingo, 20 de febrero, en todo Marruecos para exigir que el país se convierta --según palabras de los convocantes-- en una "democracia real", en la que "el Rey reine pero no gobierne", y para protestar contra el "nepotismo y la corrupción".
"Apoyo cualquier iniciativa o demanda que pida reformas de nuestro sistema política", ha dicho. "Creo que la gente va a presionar por las reformas, por la constitucionalización de la monarquía (...). Creo que sería la única forma de avanzar y sería bueno para el país y para la supervivencia de la monarquía a largo plazo", ha argumentado.
Hicham ha defendido la transición hacia una monarquía constitucional como un concepto central del debate político en Marruecos "desde hace 50 años".
"Ha habido idas y venidas, pero ninguna decisiva", ha reconocido.
El entrevistador planteó al príncipe marroquí los ejemplos de las monarquías parlamentarias de España o Reino Unido. Hicham no quiso mencionar ninguno de los dos casos, pero ha afirmado que "la monarquía debería someterse a la constitución, a la soberanía del pueblo, y convertirse en un símbolo de la nación, una unión, un mediador entre los actores políticos, que proteja y facilite el surgimiento de la democracia".
"¿Es el único modo de mantener la monarquía?", ha preguntado el entrevistador. "Sí. Es una opinión que comparto y es una opinión que está ahí. Negar su existencia sería un error político", ha advertido Hicham.
"Ningún país de la región está a salvo", ha declarado el príncipe en relación a la oleada de revueltas. "Lo que ha ocurrido, era inimaginable hace sólo dos meses. Definitivamente estamos siendo testigos de algo nuevo, es un cambio de paradigma", ha dicho.
En ese sentido, restó importancia al temor de Estados Unidos y sus aliados al surgimiento de regímenes islamistas. "Occidente está obsesionado con el fundamentalismo debido al 11-S. Todos, no sólo Occidente, han malinterpretado la situación", ha señalado.
"El Islam político es un factor, pero no el único. No creo que la gente acepte salir del despotismo para volver a la teocracia. Van a luchar muy duro por lo que han conseguido", ha pronosticado.
Por otra parte, en Argelia, la oposición sigue decidida a salir de nuevo a la calle este sábado en la capital, a pesar de las promesas del poder de un levantamiento del estado de urgencia y medidas para responder a las peticiones de los argelinos.
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