miércoles, 23 de febrero de 2011

Pajín y Alarte se enfrentan por la lista autonómica / David Lozano

El pulso y distanciamiento que habían protagonizado Leire Pajín y Jorge Alarte al poco de acceder éste a la secretaría general del PSPV-PSOE ha cerrado este fin de semana lo que bien podría ser el último capítulo ya que van camino de conducir al socialismo valenciano directamente a la hecatombe o la escisión.

La excusa perfecta para escenificar lo que es ya una cruenta guerra ha sido la confección de las listas autonómicas de Alicante, Castellón y Valencia para las elecciones del 22 de mayo. En las tres provincias ha habido escándalo, por uno u otro motivo, y en las tres circunscripciones la situación hoy en día es caótica por las luchas internas suscitadas por el afán de administrar la derrota en forma de un sillón –al precio que sea- remunerado en la Cámara autonómica.

Vamos por partes. En Alicante, la secretaria general de la provincia, Ana Barceló –amiga de Leire Pajín- ha seguido a pies juntillas las instrucciones de la ministra de Sanidad y ni tan siquiera ha presentado lista al mandar el nombre de los 128 "candidatos" propuestos por las distintas agrupaciones comarcales. Un sorprendente órdago que ha caído como una bomba en el entorno de Jorge Alarte y más todavía al escuchar las perlas que como explicaciones ha lanzado la dirigente alicantina: "se ha faltado el respeto al proceso", "los militantes se han sentido ninguneados" o que "se habían presentado listas precocinadas antes de escuchar la opinión de la militancia". En Valencia todavía no han reaccionado al "bofetón" alicantino.

En Castellón, Jorge Alarte sí ha cogido las riendas y, como siempre que toma la iniciativa, ha sido para mal. Alarte ha manejado al líder provincial de la Plana, Francesc Colomer, para que éste envíe una lista autonómica con la exclusión del histórico Ximo Puig. Alarte sacrifica un valor electoral del socialismo valenciano por su afán de venganza con Puig en la pugna de ambos por liderar el PSPV.

Con la purga del de Castellón el secretario general de los socialistas valencianos también se carga el tácito pacto de "colaboración" que había suscrito con Joan Lerma y presenta una candidatura mediocre, sin tirón y que incluye a nombres que repiten como Clara Tirado o María José Salvador.

En Valencia, Alarte ha actuado casi de forma dictatorial y destacan las exclusiones, así se carga a Joan Ignasi Pla (que queda a la espera de destino posiblemente en el Consell Jurídico Consultivo) y corta la cabeza del lermista Toni Such.  

Alarte también "se limpia" a los afines a Puig; Vicent Sarrià, y Jeannette Segarra. Es su lista y así lo ha querido demostrar ahora con la inclusión, por ejemplo, de su jefe de Gabinete, Josep Moreno. Una incorporación que ha sembrado la sorpresa en el PSPV y ha llenado de indignación a gran parte del socialismo en la provincia. 

También coloca a sus más fieles: Cristina Moreno, Francesc Signes o Carmen Ninet.

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