ALICANTE.- Caja Mediterráneo (CAM) ha asegurado que "no es cierto" que "se ha roto" el SIP con Cajastur, Caja Castilla, Caja Cantabria y Caja Extremadura y que el paso pendiente para la segregación de activos y pasivos a Banco Base está previsto que sea aprobado en la Asamblea General de la caja, prevista para el próximo 30 de marzo.
La dirección de la caja ha emitido una circular interna, en la que desmiente las informaciones aparecidas en prensa sobre una supuesta ruptura del SIP.
En este sentido, la dirección aclara que el proceso de fusión fría no está ultimado porque está pendiente de ratificación, por parte de la Asamblea General de Caja Mediterráneo, la segregación de activos y pasivos hacia Banco Base que había sido previamente aprobada por los consejos de administración de las cuatro cajas.
Según la caja, el comunicado que este miércoles emitió el Banco de España sobre la situación de los procesos de integración y, en concreto, sobre Banco Base, hacía referencia a este último paso, previsto para el día 30 de marzo.
El Banco de España declaró anoche la condición suspensiva de la alianza, a petición del consejero delegado, Manuel Menéndez, con el beneplácito de Caja Mediterráneo. Menéndez quería reducir la participación de ésta al 27% y pedir ayudas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), tras acusar a la entidad murciano-alicantina de mentir respecto de su situación real. CAM apostaba por salir a Bolsa y ha vuelto a ponerse nuevamente en el mercado entrando en contacto ya con otras entidades. El SIP estaba formado por CAM, Cajastur y las cajas de Cantabria y Extremadura
Precisamente ayer se informaba de que el Banco Base iba a solicitar una inyección de capital del Estado para cumplir con las nuevas exigencias de solvencia, según fuentes conocedoras de la decisión. La aportación llegaría a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y serviría para lograr los 1.447 millones de euros que necesita la entidad para elevar su capital principal hasta el 10% de sus activos ponderados por riesgos.
En el sector se barajaba la posibilidad de que el Banco Base saliera a Bolsa, opción que perdió fuerza por la «tibia respuesta» de los inversores y el poco tiempo para captar capital. Además, según las mismas fuentes, la entidad, que es la tercera mayor caja de ahorros por activos, considera que la valoración que podría obtener en una salida a Bolsa sería «demasiado baja». Ante esto, la probabilidad de solicitar fondos estatales es «muy alta» y la entidad sostenía que le serviría para ir saneando sus cuentas o vender participaciones, sin descartar estudiar el debut bursátil en «uno o dos años».
El Banco de España declaró anoche la condición suspensiva de la alianza, a petición del consejero delegado, Manuel Menéndez, con el beneplácito de Caja Mediterráneo. Menéndez quería reducir la participación de ésta al 27% y pedir ayudas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), tras acusar a la entidad murciano-alicantina de mentir respecto de su situación real. CAM apostaba por salir a Bolsa y ha vuelto a ponerse nuevamente en el mercado entrando en contacto ya con otras entidades. El SIP estaba formado por CAM, Cajastur y las cajas de Cantabria y Extremadura
Precisamente ayer se informaba de que el Banco Base iba a solicitar una inyección de capital del Estado para cumplir con las nuevas exigencias de solvencia, según fuentes conocedoras de la decisión. La aportación llegaría a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y serviría para lograr los 1.447 millones de euros que necesita la entidad para elevar su capital principal hasta el 10% de sus activos ponderados por riesgos.
En el sector se barajaba la posibilidad de que el Banco Base saliera a Bolsa, opción que perdió fuerza por la «tibia respuesta» de los inversores y el poco tiempo para captar capital. Además, según las mismas fuentes, la entidad, que es la tercera mayor caja de ahorros por activos, considera que la valoración que podría obtener en una salida a Bolsa sería «demasiado baja». Ante esto, la probabilidad de solicitar fondos estatales es «muy alta» y la entidad sostenía que le serviría para ir saneando sus cuentas o vender participaciones, sin descartar estudiar el debut bursátil en «uno o dos años».
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