ARGEL.- El primer ministro de Argelia, Ahmed Ouyahia, ha negado que exista una "crisis política" en el país, rechazando así las comparaciones con otros estados de la región, al tiempo que ha apuntado al déficit de viviendas, el desempleo y la corrupción como los detonantes de las revueltas populares.
"No hay una crisis política en Argelia. Hay una gran diferencia entre Argelia y otros países árabes en términos de democracia", ha dicho Ouyahia, en su intervención en un programa de la televisión estatal, en referencia a las protestas en Túnez y Egipto.
Así, el 'premier' ha asegurado que los problemas a los que se enfrenta el país son de tipo "social y económico", no políticos. "La sociedad está en efervescencia por el desempleo y la falta de casas. Además, todavía tenemos corrupción en Argelia", ha subrayado.
En los últimos meses, el país ha sido escenario de numerosas huelgas y protestas en demanda de mejoras sociales y de una apertura democrática. La oposición, exige reformas y la renovación al completo del Gobierno.
En este contexto, el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, de 74 años de edad, ha derogado la Ley de Emergencia, vigente durante 19 años, como una concesión a los manifestantes. Algunas fuentes apuntan que podría nombrar un nuevo Gabinete, aunque este extremo no ha sido confirmado.
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