MADRID.- La ruptura de lo que iba a ser el Banco Base (la unión de Caja del Mediterráneo, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria), provocó ayer reproches políticos, malestar entre los empresarios valencianos y preocupación en el sistema financiero por los efectos colaterales de esta situación, a juicio de 'El País'.
El movimiento más rápido fue el de la CAM, que el miércoles por la noche se adelantó a pedir ayudas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Modesto Crespo, presidente de la caja, mantuvo ayer una reunión en el Banco de España para explicar las razones de la ruptura y los planes estratégicos de viabilidad de la entidad.
Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria refundarán casi con toda seguridad un nuevo grupo financiero a tres bandas, una vez rota la alianza con la CAM. Y, aunque no se cierran a la posibilidad de admitir nuevas incorporaciones para ganar tamaño, no ven urgente abordar de forma inmediata ese escenario. Escucharán, en todo caso, las ofertas que reciban. Una fusión integrada exclusivamente por la caja asturiana, extremeña y cántabra no precisaría recapitalizarse y, por lo tanto, tampoco tendría necesidad de solicitar capital público, según fuentes de las propias entidades. Los gobiernos de Asturias, Extremadura y Cantabria defendieron la ruptura con CAM y abogaron por la continuidad.
Mientras escucha a unos y otros, el Banco de España continúa sondeando al Santander, BBVA y La Caixa el interés por adquirir la CAM. En las quinielas aparece el Santander como el mejor posicionado. Algunas fuentes financieras apuntan que también ha sido consultado el Banco Popular (130.000 millones de balance) y el Banco Sabadell (100.000 millones), pero estiman que la caja, con 70.000 millones de activos, es demasiado grande y peligrosa para ellos.
Antes de que se materialice la compra, las cuatro entidades tienen hasta el 11 de abril para enviar sus planes de futuro. El Banco de España calculará su necesidad de capital principal y, si no la cumplen, les notificará su déficit.
Sin embargo, diferentes ejecutivos de entidades financieras consideran que los posibles problemas de solvencia de la CAM obligarán a tomar medidas a corto plazo. No hay que olvidar que Banco Base pidió 1.493 millones en mayo de 2010, fundamentalmente para la CAM, y que nunca se entregaron porque estaba supeditado al acuerdo final, que nunca llegó.
El Banco de España no está pensando en una intervención, tal y como se contempla en la ley, sino más bien en la entrada del FROB hasta la venta a un competidor. Al margen de la fórmula, la clave es determinar el déficit de capital de la CAM. En el mercado se estima que, en el caso más optimista, está cerca de los 2.000 millones. Otros creen que se acerca a los 3.000 millones. Si entra el fondo de rescate, el Estado nacionalizará la caja,cambiará a los ejecutivos, la saneará y después podría venderla por un bajo precio. Esta operación tiene el problema de que se puede prolongar en el tiempo, algo peligroso en una entidad débil. De cualquier forma, parece difícil que la operación no tenga coste para el erario público.
Los empresarios valencianos aun tienen esperanzas de que el penúltimo capítulo de la turbulenta trayectoria de la CAM tenga un desenlace positivo. Algunos culpan de la ruptura "a las tres cajas muy regionales que no tenían ni visión ni medios para gestionar la CAM", aseguró el presidente de la patronal valenciana, Rafael Ferrando. Los títulos de la CAM cayeron un 5% aunque cerraron con una caída del 1,74% en una jornada de sobresaltos en Bolsa, en que la que fueron suspendidos de cotización. El mayor comprador y vendedor fue la propia gestora de la CAM, según 'El País'.
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