MADRID.- El expresidente del Gobierno Felipe González se ha mostrado partidario de una única candidatura de consenso para tomar el relevo de José Luis Rodríguez Zapatero como cabeza de cartel del PSOE en las elecciones generales de 2012. De esta forma, ha apostado por que esta candidatura surja de "una reflexión interna" en el Comité Federal del próximo sábado.
En un artículo de opinión en 'El País', González ha dejado claro que "no ve oportuno" un debate de primarias en las circunstancias actuales del PSOE. Según él, "importa decidir pronto y mirando hacia los ciudadanos", por lo que se inclina por que esa decisión sea tomada en el Comité Federal.
González cree que optar por esta vía evitaría "peleas internas incompresibles" para los ciudadanos teniendo en cuenta los problemas por los que atraviesa el país. No obstante, apunta a la posibilidad de un "desacuerdo", que dice no desear, en el próximo Comité Federal, señalando a Zapatero como la persona que tiene la "llave" para convocar un congreso, a pesar de ser éste un "camino más largo".
El expresidente ha restando importancia a las dudas surgidas por la elaboración de un programa electoral para 2012 ya que, ha dicho, "hay fórmulas participativas fáciles de articularlo" y conseguir que todos los socialistas "vayan unidos" a la campaña.
Felipe González ha insistido en que se debe fijar como prioridad el agotar la legislatura para, de esta forma, concluir las reformas. "Estas han empezado y hay que seguirlas", ha apostillado, "reorientarlas y explicarlas clara y abiertamente a la ciudadanía". En este sentido, ha advertido de "oportunismos de cambios radicales de orientación" de las políticas de reformas porque se correría el riesgo de seguir el "desastre" de otros países europeos.
"Huyo de los mensajes simplistas de los que dicen que hay que 'volver a la senda de la prosperidad perdida', típicos de las derechas de la oposición, porque es 'esa senda' la que nos ha llevado a esta crisis tan dramática", ha defendido González, quien también ha rechazado las "voces que proponen utopías regresivas que llevan al fracaso", tanto de izquierdas como de derechas.
González ha defendido el papel de Europa en la salida de la crisis aunque, al mismo tiempo, ha lamentado la escasa "visión de conjunto". En su apuesta por encontrar "proyectos claros y sostenidos de salida de la crisis" ha defendido el papel de un Estado "eficiente y austero", que regule el funcionamiento del mercado y que, entre otras cosas, garantice la sanidad, la educación y las pensiones públicas.
El que fuera presidente del Gobierno entre 1982 y 1996 reconoce que la derrota electoral ha sido "muy dura", aunque se ha mantenido muy crítico con la oposición del PP basado en el "mientras peor mejor".
"Siempre lo ha hecho así en los últimos 20 años, sea en la lucha antiterrorista o sea frente a la crisis mundial más grave conocida", ha sostenido.
Por eso, ha concluido lanzando un mensaje a sus compañeros del PSOE: "Es la hora de la verdad. Demostremos que somos la mejor respuesta para nuestra sociedad".
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