MADRID.- El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, aseguró al juez instructor de la 'causa de los trajes', José Flors, en la declaración realizada el 20 de mayo de 2009, que "nunca" pide el ticket de compra de sus adquisiciones y que paga, con dinero en efectivo que le da su mujer, y compra "muy poco". Asimismo, negó mantener alguna relación de amistad con Álvaro Pérez, 'el Bigotes', responsable de Orange Market, y atribuyó su contacto a "relación de partido".
Así consta en la transcipción de su declaración ante el magistrado instructor de la causa que investiga si Camps y miembros del PPCV recibieron presuntamente trajes como regalo de la trama Gürtel, que este lunes publica íntegramente la edición digital de El País.
"Niego la mayor. Que esto sinceramente, no tiene sentido alguno, que a mi nadie, nunca jamás, me ha pagado un traje, nunca, que no lo habría permitido", asegura al juez, y afirma que "siempre" ha intentado "tener clara la diferencia" entre su vida personal y política, algo que piensa que ha conseguido en estos años.
En relación con si tiene algún recibo para acreditar las compras, responde que era el propio traje. "¡Yo pago y me llevo el traje!. Y sin nadie me reclama el traje, es que yo he pagado el traje que me llevo", afirma. "Yo llevo muchos años no pidiendo ni ticket ni factura cuando yo he pagado por ahí para que nadie crea que yo luego eso lo cargo a protocolo de nada", dice y agrega que, por eso, tampoco usa tarjeta de crédito, de la que paga casi más de cuota que de gasto que hace con ella.
"¿Qué más justificación que el propio traje que yo me llevo de la tienda de forma más pacífica?", se pregunta en su declaración, y apunta que es su mujer quien le da el dinero y gestiona la economía doméstica. "Lo saca del banco o de la caja de la farmacia", asegura, según se recoge en la transcipción.
A preguntas del instructor, Camps relata que la relación con Ávaro Pérez es "de partido" por ser quien había organizado los actos del PPCV y congresos de la formación. "Es la única relación que yo he mantenido con él", asevera, y asegura que, preguntado por si también había organizado actos para la administración, que eso "es lo que parece". En esta línea, añade que podría "tener alguna, más o menos somera idea al respecto" de esa organización, aunque él tiene "muy clara la división entre el partido y el Gobierno".
Asimismo, niega haber hablado con él por actos relacionados con la Generalitat. "Nunca ha hablado con él de cosas que tienen que ver con el Gobierno. Ni con la administración autonómica", dice, y ante las preguntas de la fiscal añade que, como presidente de la Generalitat, no tenía acceso directo a adjudicación alguna, y las decisiones para contratar eventos en las distintas consellerias las hacía "quien corresponda por la ley".
Camps sí que reconoce que le habló "en un momento determinado", que establece en "alguna reunión en el propio partido", de una tienda en Madrid con sastrería industrial que hacía trajes de confección "a muy buen precio". No obstante, asegura que no le acompañó en ningún caso a ninguna de las tiendas.
En uno de sus viajes se acercó y conoció al sastre José Tomás, con quien se cambió los teléfonos --de hecho afirmaba que su propio móvil "lo tiene media España"--. Según su declaración, en Milano no adquiriró ninguna prenda porque no le venían bien.
El presidente de la Generalitat afirma que le hicieron llegar a su casa cuatro trajes en 2006, que devolvió él mismo a la tienda con conocimiento del sastre porque no le venían, y que fue por Forever Young a finales de ese mismo año. A principios de 2007 recogió dos trajes que pagó en efectivo.
Camps circunscribe las compras realizadas en esta tienda a un tercer traje y unos zapatos en 2007, --que se le rayaron y que tuvo que llevar para que les dieran otros en mejores condiciones, productos que pagó todos ellos en efectivo-- y otro traje y una blazier, por importe esta última de 150 euros que le dejó el escolta.
Sobre esta prenda, afirma que no tenía intención de llevársela porque no lo había comentado en casa y llevaba el dinero "que, como siempre, me había preparado mi mujer en efectivo para pagar". Asimismo, reconoce que le dejó un frac y un chaleco para un acto en Roma que le devolvió.
Preguntado por si --a raíz de una de las conversaciones telefónicas-- recibió algún regalo de Álvaro Pérez, Camps lo niega y atribuye el agradecimiento que le expresaba en ellas el responsable de Orange Market y la deuda que tenía con él "a a idea de una Comunidad fuerte y un Partido Popular muy fuerte".
"Es porque me decía que había hecho muy grande el partido político en la Comunidad y que yo sí que era un líder indiscutible del partido. No sé si sabrá, pero durante estos años viví las circunstancias internas del partido muy complicadas, y bueno, pues mucha gente entiende después de las elecciones autonómicas de hace dos años ganadas por mayoría absoluta y de las generales del año pasado que desgraciadamente mi partido no ganó", afirma.
Asimismo, añade: "yo no sé lo que me debe el señor Álvaro. Mucha gente me dice por la calle: ¡cuánto le debemos presidente!. No lo sé. En cualquier caso, es un señor que trabaja para el partido, en el partido ha hecho muchos actos (...). Yo no lo sé, pero, en ualquier caso, nada que vaya más allá de lo que es el convencimiento de que bueno, que dirijo el partido y lo dirijo bien".
En esta línea, reconoce que Pérez le regaló un reloj a su mujer y una pulsera a su hija, que devolvieron a través de la farmacia de su esposa y que no llegó a ver. "Hay cosas que no se nos tienen ni que regalar, ni que ofrecer ni que proponer, lo tenemos muy claro desde hace muchísimos años", argumentaba.
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