ALICANTE.- El veterano cronista taurino alicantino, Tirso Marín, falleció anoche en el hospital universitario de San Juan, en el que se encontraba ingresado desde hacía unas semanas tras una caída fortuíta con rotura ósea, que le condujo finalmente a una trombosis mortal de necesidad. En su juventud llegó a ser novillero con escasa suerte y mucho respeto a los pitones. Por algo los íntimos le llamaban 'Pitet'.
Tirso Marín Sessé nació en 1.929 en Alicante. Contaba pues con 81 años largos. Se dedico desde los 16 a la crónica taurina. La mayor parte de su labor profesional la ha desarrollado en el diario La Verdad desde el año 1963, al que estaba vinculado desde hacía 47 años y donde seguía colaborando en la actualidad con sus crónicas y noticias taurinas. El día de su jubilación dijo en su periódico: "Si cien veces viviera cien veces trabajaría en el diario La Verdad".
Sus comienzos se remontan a los años 40 en que ejercía en Alicante la corresponsalía de semanarios de circulación nacional, como “Madrid Taurino”, “Grana y Oro”, “Sol y Sombra” y “Escenarios”. En 1945, siendo un adolescente, fundó en Radio Alicante la revista radiofónica “Pregón de Toros”, y algo más tarde pasó a colaborar en la revista taurina “Cartel de toros”, de Radio Nacional de España, junto al maestro de la crítica, Rafael Campos de España.
En 1960 publicó su primer libro de temática taurina, “El Tino y Pacorro, mano a mano”, en el que se narra minuciosamente la pasión levantada por estos dos toreros alicantinos, que despertaron a la ciudad del prolongado letargo taurino en el que se hallaba inmersa. Ha pronunciado diversas conferencias, especialmente de temas taurinos, en diversos foros de distintas poblaciones y ha publicado infinidad de reportajes taurinos, siempre dirigidos a promocionar a toreros modestos de la terreta.
Al margen de la crónica taurina, de joven desempeñó funciones en un juzgado e intentó estudiar Derecho al proceder de una familia de eminentes juristas, los Del Amo, pero se inclinó finalmente por la gacetilla de sucesos y la narración del costumbrismo alicantino. Era un hombre mucho más cerca del siglo XIX que del XXI y, de hecho, se adaptó protestando a las nuevas tecnologías de la información para no quedar en su periódico fuera del tiempo que aún vivía.
Tirso Marín Sessé nació en 1.929 en Alicante. Contaba pues con 81 años largos. Se dedico desde los 16 a la crónica taurina. La mayor parte de su labor profesional la ha desarrollado en el diario La Verdad desde el año 1963, al que estaba vinculado desde hacía 47 años y donde seguía colaborando en la actualidad con sus crónicas y noticias taurinas. El día de su jubilación dijo en su periódico: "Si cien veces viviera cien veces trabajaría en el diario La Verdad".
Sus comienzos se remontan a los años 40 en que ejercía en Alicante la corresponsalía de semanarios de circulación nacional, como “Madrid Taurino”, “Grana y Oro”, “Sol y Sombra” y “Escenarios”. En 1945, siendo un adolescente, fundó en Radio Alicante la revista radiofónica “Pregón de Toros”, y algo más tarde pasó a colaborar en la revista taurina “Cartel de toros”, de Radio Nacional de España, junto al maestro de la crítica, Rafael Campos de España.
En 1960 publicó su primer libro de temática taurina, “El Tino y Pacorro, mano a mano”, en el que se narra minuciosamente la pasión levantada por estos dos toreros alicantinos, que despertaron a la ciudad del prolongado letargo taurino en el que se hallaba inmersa. Ha pronunciado diversas conferencias, especialmente de temas taurinos, en diversos foros de distintas poblaciones y ha publicado infinidad de reportajes taurinos, siempre dirigidos a promocionar a toreros modestos de la terreta.
Al margen de la crónica taurina, de joven desempeñó funciones en un juzgado e intentó estudiar Derecho al proceder de una familia de eminentes juristas, los Del Amo, pero se inclinó finalmente por la gacetilla de sucesos y la narración del costumbrismo alicantino. Era un hombre mucho más cerca del siglo XIX que del XXI y, de hecho, se adaptó protestando a las nuevas tecnologías de la información para no quedar en su periódico fuera del tiempo que aún vivía.
Casado ya en la cincuentena, estaba viudo de Rosana desde hace dieciséis años y nunca tuvo hijos. Actualmente vivía con y cuidaba de su suegra, diez años mayor que él. Pasaba los veranos en casa de su hermana en la playa de San Juan, donde el Ayuntamiento de Alicante le había rotulado hace poco una calle en agradecimiento a su alicantinismo sin condiciones.
Mañana sábado se celebrará el sepelio a las 11:30 horas en el Tanatorio “La Siempreviva” situado en el Vial de los Cipreses, camino hacia el cementerio de Alicante.
Lo siento mucho. Fue un gran amigo de mi padre, con el que coincidía en La Verdad, entonces en la calle Navas. Cuando mi padre falleció repentinamente en 1980, Tirso le escribió una inolvidable necrológica.
ResponderEliminarNo hace mucho coincidí con Tirso en el Ateneo de Alicante y en otros foros. Descanse en paz este gran alicantino y buen amigo.
Solo quería decir que no hace tanto coincidí con Tirso en el Ateneo y en otros foros alicantinos. Me unía a él una amistad heredada, porque mi padre y él fueron buenos amigos y coincidían en la redacción de La Verdad, ubicada entonces en la calle Navas. Cuando mi padre falleció repentinamente en 1980, Tirso le escribió una sentida y conmovedora necrológica. Descanse en paz este gran alicantino y buen amigo.
ResponderEliminarConsuelo Jiménez de Cisneros
Fez, Marruecos