ALICANTE.- El presidente provincial del PP, ex presidente de la Diputación y virtual titular de la autoridad portuaria de Alicante, José Joaquín Ripoll, adalid natural del alicantinismo en su máxima expresión, tendrá que lidiar con un 'miura' en su nueva trayectoria política: el proceso de absorción de la gestión del puerto de Alicante por el de Valencia. El Ministerio de Fomento, a través de Puertos del Estado, mantiene inalterable su plan para reducir de 28 a 11 las autoridades portuarias con el fin de ganar en eficiencia y suprimir aquellas gerencias que, como la de Alicante, son deficitarias, según se relata hoy en 'La Verdad'.
El movimiento no ha pasado desapercibido en los últimos días para los representantes del consejo de administración por parte de la patronal Coepa, Cámara, PSOE y Ayuntamiento de Alicante, muchos de los cuales también tendrán que salir a finales de año.
Ripoll tendrá que asumir que su condición de autoridad portuaria de Alicante será muy interina. Porque Puertos del Estado tiene ya determinado cambiar a fondo el mapa portuario español. En el mes de mayo, el presidente de Puertos del Estado, Fernando González Laxe, afirmó en una entrevista en el diario 'Expansión' que España necesita mantener tres tipos de puertos: los energéticos, los de importación y exportación y los de hub en cadenas logísticas».
No lo aclaró, pero dejó caer que España necesitaría ocho autoridades portuarias peninsulares (La Coruña-Ferrol, Gijón, Bilbao, Barcelona, Tarragona, Valencia, Algeciras y Huelva) y otros tres insulares (Las Palmas, Tenerife y Baleares).
El Gobierno de España no quiere enfrentarse a los localismos y chovinismos que generan los puertos, porque nadie quiere que su puerto se dirija desde otro lugar. Pero Puertos del Estado aseguró ayer que, en una franja de distancia de cien kilómetros, «lo lógico» es que los puertos pequeños y deficitarios, como el de Alicante, sean «coordinados» por el vecino. En este caso, Valencia.
La previsión de Puertos del Estado es que, a la vuelta de cuatro años, se ejecuten esas «coordinaciones de gestión», por no hablar de fusiones o absorciones. La autoridad portuaria de Alicante, en principio, no perdería puestos laborales, pero tampoco se descartan si la práctica totalidad de la gestión depende de Valencia.
Un portavoz de Puertos del Estado admite ante 'La Verdad' que el puerto de Alicante no alcanza el índice de rentabilidad sobre el inmovilizado del 2,5%. Este es un requisito básico previsto en la Ley de Puertos del Estado.Voces empresariales alicantinas alertan de que el puerto de Alicante lleva ya dos años sin cumplir este precepto.
Por otra parte, los empresarios y trabajadores del Puerto de Alicante no entienden que vayan a quitar a Miguel Campoy, cuya labor en los últimos dos años y pico elogian, para poner en su lugar a José Joaquín Ripoll, pero no porque vaya a mejorar los proyectos de Campoy, sino por cuestiones políticas; porque de pronto les parece mal haber mandado a Ripoll de la presidencia de la Diputación a las listas del paro, siempre según 'La Verdad'.
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