ALICANTE.- El Banco de España confía en que la Comisión Europea apruebe esta misma semana la venta del Banco CAM al Banco de Sabadell al precio simbólico de un euro. La operación fue adjudicada por el regulador el pasado 8 de diciembre, si bien está pendiente todavía del visto bueno de la Comisión de Competencia de la Unión Europea, según recuerda hoy 'Abc'.
Culminará así el proceso de saneamiento de Caja Mediterráneo iniciado el pasado 22 de julio, cuando el consejo de administración de la caja de ahorros dimitió en bloque para que la entidad pudiera recibir los 2.800 millones de euros comprometidos por el Fondo de Reestructuración Ordenada bancaria (FROB).
Al día siguiente, la gestión de la caja fue asumida por los tres administradores designados por el FROB, que durante estos meses han llevado a cabo una labor de saneamiento de su balance. A pesar de que el equipo directivo encabezado por Modesto Crespo y María Dolores Amorós declaró beneficio en el primer semestre de 2011, el ejercicio se cerró con unas pérdidas de 2.700 millones una vez el FROB completó la supervisión de su balance.
Una parte de este «agujero» se debe a la inadecuada clasificación de los riesgos. Los administradores del FROB constataron que el anterior equipo directivo declaró como riesgos sanos créditos «tóxicos» que habían resultado dudosos o impagados por importe de 2.832 millones de euros. Esto ha obligado a la entidad aprovisionar 727 millones de euros para hacer frente a esos riesgos.
Una vez Bruselas dé su visto bueno definitivo a la venta de la caja, el Banco de Sabadell se convertirá en el titular único de Banco CAM, al que ha sido transferido todo su negocio financiero. Los responsables del Sabadell ya han anunciado que durante 2012 mantendrán toda la plantilla y la red de sucursales de la CAM, aunque el próximo año llevará a cabo una reestructuración que supondrá el cierre de oficinas de ambas entidades, en aquellas zonas en las que se solape su presencia. Del mismo modo, los nuevos titulares de la caja han mostrado su disposición a mantener, al menos a corto y medio plazo, la marca «CAM».
Paralelamente al proceso de saneamiento de la caja, el Banco de España ha instruido un expediente disciplinario a 48 de sus ex consejeros y directivos, a los que acusa de mala gestión, de aprobar unas cuentas que no respondían a la situación real de la entidad, así como de asignarse pensiones de prejubilación en condiciones muy superiores a las del resto de la plantilla de empleados.
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