El presidente de los populares valencianos, Alberto Fabra, ha puesto
especial interés en que haya una transición cuidada al frente de la
dirección provincial del partido en Castellón. Conocedor del carácter
extrovertido y lenguaraz del presidente provincial saliente, Carlos
Fabra, que se resiste a desaparecer definitivamente de la escena
política, Alberto Fabra le ha dado toda clase de garantías de que no se
derribará la herencia recibida a golpe de piqueta.
El pasado jueves, el presidente de la Generalitat escenificó su apoyo
a la candidatura de Javier Moliner a la presidencia provincial del PP
en presencia de Carlos Fabra y de la secretaria provincial, Marisol
Linares.
“Recibo un legado muy importante, tanto por la espectacular
estructura que tiene el partido en esta provincia, como por la
responsabilidad de los magníficos resultados electorales que ha logrado
el PP bajo la presidencia de Carlos Fabra estas dos últimas décadas”, se
apresuró a declarar el presidente de la Diputación de Castellón, Javier
Moliner.
Carlos Fabra, imputado por varios delitos fiscales y contra las
Administraciones públicas, ya cedió el relevo a Javier Moliner al frente
de la Diputación el pasado mes de junio. Y ahora hará lo propio con la
presidencia del PP provincial el próximo 14 de julio.
Así, Carlos Fabra se retirará de la primera línea política con la
satisfacción de haber promocionado a Alberto Fabra, a Javier Moliner y a
Marisol Llinares y haber logrado que el PP de Castellón acumule un
poder institucional como nunca antes había logrado. Y por si ello no
fuera suficiente, Carlos Fabra, seguirá como presidente de Aerocas para
vigilar la puesta en marcha del “aeropuerto del abuelito”.
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