LA CORUÑA.- La Generalitat valenciana reconoce que su
presidente, Alberto Fabra, no tiene facultades para destituir a cargos
electos. Y lo admitía a través del vicepresidente del Gobierno autónomo,
José Císcar, quien quiso subrayar el compromiso de Fabra en la lucha
contra la corrupción. Al hilo de las críticas habidas en torno a las
posibilidades de imputación de la alcaldesa de Alicante, la ribadense
Sonia Castedo, y de su predecesor, Luis Díaz Alperi -ambos diputados
autonómicos-, por un caso de corrupción urbanística, Císcar, tras
conceder que no se actuará contra los parlamentarios del PP que están
imputados -porque carecen de capacidad «legal»-, también dejó caer que
esperan que la regidora renuncie por su propia voluntad, según publica 'La Voz de Galicia'.
En este sentido, el PSOE valenciano ofreció el
día anterior a Fabra su decidido apoyo para seguir gobernando si
obligaba a los parlamentarios populares imputados a integrarse en un
grupo mixto. Y es que el PP valenciano tiene un serio problema de
corrupción, que su grupo parlamentario en las Cortes regionales
escenifica a la perfección: actualmente cuenta con siete diputados
imputados, que incluso podrían ser diez si Rafael Blasco (portavoz del
grupo, implicado en el caso de desvío de fondos de la cooperación con el
tercer mundo), Castedo y Díaz Alperi (rama del caso Brugal que
investiga el amaño del Plan de Urbanismo alicantino) resultan imputados.
Según recuerda la prensa valenciana, en la bancada popular de la Cámara
autónoma conviven hoy seis imputados por la causa de la presunta
financiación ilegal del PP valenciano en el caso de la red corrupta
Gürtel -Ricardo Costa, Milagrosa Martínez, Vicente Rambla, David Serra,
Yolanda García y Angélica Such- y un séptimo, Pedro Hernández Mateo, por
la adjudicación de la contrata de basuras en el Ayuntamiento de
Torrevieja, localidad de la que era alcalde.
Císcar quiso dejar claro que Fabra «actúa
plenamente» y con contundencia tanto en el Gobierno como en el partido
-donde su presidencia sí tiene «potestades»-. Fue en este punto donde
avisó de que cuando los procesos congresuales provinciales concluyan
quedará constituido el comité de derechos y garantías del PP regional,
«que es el que tiene la potestad de decidir en este tipo de
actuaciones». Los estatutos del partido, apuntó, han de ser los que
pondrán en marcha los preceptivos mecanismos para encarar estas
situaciones, aunque rechazó adelantar las posible medidas a adoptar.
Sobre si cabe la expulsión del grupo
parlamentario de las personas imputadas, el vicepresidente de la
Generalitat dijo que tal decisión corresponde al grupo, y que en estos
momentos «no tiene intención de hacerlo».
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