Según señala la prensa el objeto de la colaboración es desarrollar el programa “Personas sin hogar” que pretende favorecer el acceso temporal a un domicilio a familias en “dificultades”. Antes he dicho que me ha sorprendido esta determinación del banco en tanto en cuanto no entiendo muy bien porqué se desahuciaron a unas familias que sin duda alguna estarían en “dificultades” para luego destinar esas viviendas desocupadas para dar techo a otras familias también con “dificultades”. Evidentemente unas y otras estarían en “dificultades” económicas. Lo que se hace aquí es desnudar a un santo para vestir a otro.
Este
extraño proceder del banco tiene, para mí, varias lecturas, una de ellas
es la de si esto es producto de remordimientos de conciencia, otra si
lo que quieren es alcanzar el perdón divino y otra puede ser que busquen
los banqueros rehabilitar su moralidad ante la opinión pública.
Sigue este banco con su actitud magnánima y con relación al despido de
casi dos mil empleados que va a llevar a cabo ha decidido que para
“ayudar” a los que se van a quedar en la calle con las más negras
perspectivas de futuro proporcionarles alquileres gratuitos durante todo
un año, y digo yo: ¿Y después qué? También les proporcionaría créditos a
un tipo de interés preferente, descuentos en seguros y otro tipo de
servicios (¿). Los créditos, naturalmente, estos no dan nada, serían a
devolver, pero esto lo hacen con la “cándida” intención de que estos
empleados puedan poner en marcha sus propios negocios y no acaben en las
listas del paro. Esto, sin duda alguna, es una buena oferta, pues
sabido es que poner un negocio hoy en día es un “éxito seguro”, pensarán
los del banco porque lo que es hoy poner un negocio para ganar un
dinero es algo más que utópico. Hoy ni formando una banda para atracar
bancos es negocio, pues en el plan que está la banca entras a atracar un
banco y sales con un montón de participaciones preferentes debajo del
brazo, previo pago, claro.
Pero eso, sí, se desahucia a unos
para meter a otros y se echa gente a la calle dándole préstamos a
devolver para que monten un negocio. ¡Menudo negocio este de los
banqueros!
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