ALICANTE.- La medición de la contaminación lumínica en la provincia de Alicante,
la que producen las luces de las farolas, focos e iluminación
artificial de las ciudades, es el objeto de un estudio que se inició
este jueves en la Universidad de Alicante (UA).
Esta iniciativa consiste en la toma de datos desde varios puntos hasta 2015. En concreto, las mediciones se harán en plazas, calles o lugares de interés, en distintas épocas de año y diferentes condiciones atmosféricas.
Este tipo de contaminación puede afectar a los ritmos que regulan los estados de vigilia y de sueño en función de la luz que recibe el organismo a lo largo del día, ha explicado hoy el profesor Enrique Aparicio, del departamento de Expresión Gráfica de la UA.
Para dibujar un mapa del estado de contaminación lumínica en diferentes zonas de Alicante y provincia, se ha puesto en marcha esta campaña en la que "cada ciudadano, desde su casa, se convierte en un pequeño observatorio astronómico", ha indicado Aparicio.
"Los vecinos de Alicante y de otras zonas de la provincia podrán observar el cielo, cada uno desde su casa, desde su barrio, y enviarán datos a la UA explicando cuántas estrellas ven desde cada punto", ha señalado el profesor.
Una vez recibidos esos datos, los especialistas de la UA realizarán mediciones para determinar el grado de contaminación lumínica en cada zona.
Los datos pueden ser recabados a través de diferentes procedimientos,
algunos de ellos muy sencillos, como la observación con el uso de
cilindros de cartón, para que no sea necesario disponer de telescopios u
otros instrumentos específicos.
Aparicio ha recordado que la UA ya puso en marcha en 2004 una campaña similar que, según ha destacado, ayudó a "generar normativas sobre la contaminación lumínica" en la ciudad y a impulsar medidas como "la sustitución de luces blancas, de mercurio, por luces amarillas, de sodio, que son menos dañinas".
A pesar de ello, ha asegurado que en la ciudad de Alicante se han cometido algunas "atrocidades ambientales", como la instalación de luces a ras de suelo, "en la plaza de la Muntanyeta o en la del Auditorio de Campoamor (ADDA)" que, a su juicio, son más perjudiciales.
El objetivo final de esta campaña es que "se vayan corrigiendo"
esos "errores graves" y que la población "se mentalice de la
importancia de mejorar su ciudad" desde el punto de vista de la
contaminación lumínica, ha manifestado.
"Si se hace bien en materia de iluminación, se pueden ahorrar muchos costes, económicos y ambientales", según Aparicio.
Además, la iniciativa pretende iniciar a los ciudadanos en la observación astronómica y formarlos para que aprendan a reconocer las principales constelaciones.
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