lunes, 22 de abril de 2013

El exedil de Fiestas de Novelda niega haber malversado 26.000 € con la organización de la Cabalgata de 2007

ALICANTE.-   El exconcejal 'popular' de Fiestas de Novelda, Ricardo Monzó, ha negado haber malversado alrededor de 26.000 euros de dinero público con la contratación de servicios para la Cabalgata de los Reyes Magos de 2007 a dos empresas que no llegaron a cobrar el importe de las facturas, pese a que éstas constaban como pagadas en el Ayuntamiento de la localidad.

   La fiscal pide para el exedil y para otro de los procesados --entre ellos un agente de Policía Local de Novelda adscrito a alcaldía, que compaginaba su trabajo con una empresa de espectáculos-- una pena de siete años de prisión por malversación de caudales públicos y falsedad documental para cada uno, así como 11 años de inhabilitación y la indemnización conjunta de unos 26.000 euros a las dos empresas que han resultado perjudicadas por el impago.
   La tercera procesada es una mujer que trabajaba en la empresa de espectáculos del Policía Local, para la cual el ministerio público pide una pena de un año de prisión por falsedad en documento mercantil, acusada de firmar una factura por importe de 12.000 euros con la que el edil justificó la contratación de los animales de la Cabalgata.
   En la primera vista del juicio que se celebra este lunes y martes en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Alicante, tanto el exedil como los otros dos procesados han defendido su inocencia.
   Ricardo Monzó ha explicado que el agente procesado realizó labores de intermediario en la contratación de las carrozas de la Cabalgata de Reyes y en el alquiler de unos animales para el mismo desfile. Por ello, ha asegurado, el día 5 de enero le entregó en mano y en efectivo cerca de 14.000 euros, y el 8 de enero de otros 12.000 euros para que pagara sendos servicios.
   El citado agente, sin embargo, ha mantenido que su papel era "únicamente de chófer" del edil y ha asegurado que "nunca" recibió dinero en efectivo para pagar a nadie. Este mismo funcionario, además, ha explicado que como "chófer" era "habitual" que pagara de su propio bolsillo las comidas en los restaurantes, dinero que después le era devuelto de las arcas municipales.
   En este caso, según ha relatado el funcionario, momentos antes de la salida de las carrozas en la Cabalgata de Reyes, un colectivo vecinal requirió tres de las carrozas para el día siguiente cuando el edil se encontraba ausente.
   Así, ha explicado el agente, él mismo "solucionó el problema firmando un pagaré a la empresa de las carrozas, por 12.000 euros", para garantizar el pago del servicio. En la causa constan otros dos pagarés firmados por él a la misma empresa, sobre los que ha dicho no recordar las circunstancias.
   El exconcejal ha remarcado que desconocía que el agente hubiera firmado ningún pagaré, y que posteriormente se enteró "por la prensa". Monzó también ha recordado que los empresarios le llamaron para reclamarle el impago de las facturas, pero habló con el agente y éste le aseguró que era "un malentendido" y que "todo estaba en orden", por lo que no realizó más averiguaciones al respecto.
   Tampoco realizó "más averiguaciones" el policía cuando, según ha explicado el propio funcionario, detectó un "ingreso de 25.000 euros en concepto de Cabalgata de Reyes' en la cuenta de su empresa de espectáculos. No obstante, sí ha confirmado que esta cantidad se traspasó a otra cuenta "posiblemente para evitar que se cobraran los pagarés" firmados a las dos empresas afectadas, ha indicado.
   Así mismo, la empresa de Aspe que prestó el servicio de alquiler de animales, no cobró el importe superior a 10.000 euros, si bien el concejal de Fiestas presentó una factura por este concepto de la empresa del agente para justificar parte de sus cuentas ante el Ayuntamiento.
   La tercera imputada ha asegurado que ella "simplemente realizaba recados, atendía el teléfono, limpiaba la oficina y hacía recados" para su jefe, el agente de Policía, quien, según ha dicho, le pidió que firmara la factura "que era un documento que no era oficial y que no iba a ningún sitio".
   "Mi función era hacer caso a lo que me pedía" el procesado, se ha defendido la imputada, quien ha aclarado que ella "no llevaba la contabilidad de la empresa y no sabía que era ilegal" lo que estaba firmando.

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