viernes, 15 de noviembre de 2013

Las altas temperaturas y la sequía están retrasando la maduración de las naranjas y mandarinas

ALICANTE.- Las altas temperaturas de este inicio de otoño y la falta de lluvias están retrasando la maduración de los cítricos en las zonas productoras alicantinas, según ha anunciado La Unió de Llauradors en un comunicado emitido este viernes.

   Los productores aseguran que está afectando especialmente a la naranja y a la mandarina y que se observa "que en la actual campaña no hay apenas tratos comerciales de la fruta temprana tal y como sería deseable", ha destacado José Manuel Pamies, responsable de cítricos de La Unió en Alicante.
   La falta de agua y el exceso de calor se han dejado notar en el "calibre" menor del esperado para esta época del año, "aunque existe  mayor producción en los árboles respecto a la pasada campaña", ha continuado Pamies. Además, el portavoz de La Unió ha reseñado que se incrementa el coste para los agricultores por la mayor inversión en "agua de riego" y en la "lucha contra las plagas", sobre todo contra "la ceratitis o mosca de la fruta", que con las altas temperaturas sobrevive fácilmente.
   En sentido contrario se está comportando el limón que "tiene una calidad óptima y una fuerte producción, con un tamaño y calibre espectacular, aunque el precio ha variado desde el inicio de la campaña de recogida que empezó en octubre con el limón más temprano", ha apuntado Pamies.
La Unió espera que las variedades de naranjas y mandarinas "más tardías", las que se esperan "para enero, febrero o marzo", cambien la tendencia y "se vendan con una mayor facilidad", "puesto que su calidad y calibre son excepcionales", ha indicado José Manuel Pamies. En cuanto al limón, "se teme que para enero haya mucha oferta y los precios caigan en picado según las perspectivas, que desafortunadamente marcan una tendencia a la baja".
   A juicio de La Unió, además, la falta de frío ha afectado a la ventas que se han visto frenadas. Los consumidores "no compran cítricos como en anteriores campañas" y, por ello, "el comerciante no invierte en naranjas, mandarinas o limones hasta que no acaban con la remesa anterior que en muchos casos procede de la importación pues los supermercados aún tienen producción de Sudáfrica o Sudamérica. Es cierto que hay algunos comportamientos fraudulentos por parte de los comerciantes que compran muchas cantidades de producto, pero luego no las pagan y desaparecen".
   Ante esta situación, La Unió "aconseja a los productores que utilicen siempre el contrato de compra-venta homologado creado específicamente tanto para mandarina y naranja como para el limón, que son distintos. Esto contratos supondrían una herramienta importante para tener más garantías de cobrar la cosecha vendida".
   La Unió de Llauradors ha animado a los consumidores a apostar "por el producto local. Es fundamental consumir productos autóctonos y próximos a nuestro entorno para mantener viva la actividad agraria". Además, "la calidad de nuestros cítricos es superior a la de productos de otras procedencias, sin tanto control  o vigilancia como se nos exige a nosotros. No es lo mismo una fruta recolectada con kilómetro cero como la nuestra que otra procedente a más de 3.000 kilómetros de distancia, recolectada hace varios meses y puesta a la venta tras permanecer conservada en cámara".

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