lunes, 30 de diciembre de 2013

Arranca la recuperación, pero queda mucho por hacer para consolidarla / Ángel Tomás Martín *

Ya empieza a discurrir el año 2.014, año en el que, una vez superada la recesión, va a comenzar el crecimiento de nuestra economía, la creación de empleo y el restablecimiento del flujo del crédito, según se pronostica y asegura desde los órganos del Gobierno, y desde otros estamentos y destacadas personalidades de acreditada solvencia profesional. 

Los que formamos parte del tejido empresarial, los que hemos podido superar los seis años transcurridos de crisis, somos conscientes de la responsabilidad que nos obliga a seguir trabajando sin descanso, a fijar nuevos objetivos y rumbos adecuados, y a redoblar esfuerzos en creatividad, innovación y competitividad. 

También nosotros creemos en los pronósticos mencionados y no perdemos la esperanza de un ajuste progresivo del consumo, del nacimiento continuado nuevos emprendedores yde que el bienestar social vuelva a ser una realidad nacional.

Sin embargo, nos corresponde a todos reflexionar sobre la historia de las crisis habidas desde la sufrida en los años treinta del siglo pasado, hasta la última que aún soportamos aparecida a finales del 2007, sus causas, errores, descontrol, adopción de medidas urgentes equivocadas, endeudamientos insoportables, entre otras muchas, con el fin acortar tiempos de sufrimiento y que sea una realidad el comienzo del anunciado crecimiento. Reconocer los errores, corregirlos y promover riqueza productiva estable, es el único camino que confirmará si los vaticinios anunciados eran fundados, o eran una forma de ocultar la ignorancia o una demagogia de corto recorrido.

POSICIÓN ACTUAL, BREVE DIAGNÓSTICO

- Una actividad con una oferta muy superior a la demanda del mercado y estimulada por operaciones financieras especulativas, tanto de carácter internacional como nacional puede calificarse de catastrófica. SI UNA EMPRESA PRODUJERA BIENES O SERVICIOS INASUMIBLES POR LA DEMANDA, QUEBRARÍA SIN REMISIÓN.

- Nuestro sistema financiero se gestionó sin control de riesgos, y con órganos rectores integrados, en parte, por miembros sin la preparación y experiencia que cargos de tan alta responsabilidad y visión de futuro requieren. La intromisión política en la actividad real ha sido, y en buena parte sigue siendo, una pretensión totalmente rechazarle y nefasta, como ha quedado probado. La recuperación del crédito indiscriminado en una falsa coyuntura de bondad económica, resulta penoso y en buena parte incobrable. Debe tenerse en cuenta que el índice de morosidad bancaria ha alcanzado el 13%, lo que unido a la escasez de tesorería justifican la casi ausencia de crédito al sector privado. 

No olvidemos que la drástica desaparición dirigida de entidades bancarias, plantea serios problemas a las absorbentes en sus balances, y dificultades de liquidez preocupantes. El Banco Central español ha permanecido durante años falto de visión, con intervención político-económica indebida, y sin aplicar los controles obligatorios a la banca privada, a pesar de contar con un cuerpo de inspectores del más alto y reconocido prestigio profesional. SI UNA EMPRESA VENDIERA SIN ANALIZAR LAS GARANTÍAS Y CUANTIFICAR EL RIESGO DE SUS CLIENTES, NO PODRÍA HACER FRENTE A SUS OBLIGACIONES DE PAGO.

-La caída progresiva del consumo y el cese de la actividad inversora por falta de proyectos empresariales rentables sustitutivos de los que provocó la crisis, ha ocasionado la desaparición de más de trescientas mil empresas y de más de cinco millones de puestos de trabajo. UNA EMPRESA NI SE CREA NI INVIERTE SIN UN ESTUDIO PREVIO DEL MERCADO DE CONSUMO DE SU PRODUCTO O PRESTACIÓN DE SERVICIOS, Y EN CASO DE PRESCINDIR DE ÉL, MO MERECE LLAMARSE EMPRESARIO.

-La cesión de competencias a las Comunidades Autónomas, sin la cobertura presupuestaria imprescindible, ha sido otro error político que resta calidad a las prestaciones y provoca situaciones irregulares a las empresas periféricas por retraso en los cobros de sus servicios. LA EMPRESA PRIVADA DEBE CUIDAR ESCRUPULOSAMENTE CONTAR CON LA TESORERÍA NECESARIA PARA LA INVERSIÓN INMOVILIZADA Y DE EQUIPAMIENTO. LA FALTA DE PREVISIÓN CASI SIEMPRE TERMINA EN LA INSOLVENCIA.

LAS SOLUCIONES ADOPTADAS 
Y LAS IMPRESCINDIBLES POR ADOPTAR

ADOPTADAS:

1.- Al sistema bancario

Desaparición total de las cajas de ahorros, casi todas en situación de insolvencia, asignándolas a bancos que las han absorbido con compensación de dinero público. Se ha utilizado un proceso de reparto, con ausencia de una lógica adjudicación por concurso (sin lugar a dudas más ventajoso para las arcas públicas). Suprimir las Cajas de Ahorros puede no haber sido la mejor solución, funcionaron más de un siglo cumpliendo su misión de administrar el ahorro popular, y contribuyendo en gran medida a la financiación de familias, autónomos y pequeñas empresas. Sólo necesitaron una gestión profesional y un estricto control del Banco de España. Una reestructuración interna y el dinero entregado a las entidades absorbentes las hubieran revitalizado.

Los bancos necesitados han sido refinanciados, pero el reajuste de sus balances, la Deuda soberana, y el desconocimiento de la situación de los prestatarios de las cajas desaparecidas, están impidiendo que fluya el crédito.

2.- A los ajustes del Gasto Público

Se han aplicado en importante cuantía y extensión, pero insuficientes y olvidando capítulos de necesaria disminución o supresión.

3.- A una Administración complicada, lenta y excesivamente intervencionista

 Se ha legislado su agilización, pero de difícil aplicación sin una actualización y reestructuración interna de los organismos de la Administración.

POR ADOPTAR:

a).- Un reajuste legislativo fiscal de máxima urgencia. Ha de ser compatible con el vigente de los países de nuestro entorno, y de estímulo a la promociónempresarial. 

b).- Terminar el saneamiento bancario, y dirigir el crédito a la economía autóctona creativa, olvidándonos de las inversiones gigantescas no rentables y de difícil amortización, y

c).- Potenciar nuestra red de oficinas oficiales en el exterior hacia las colaboración e internacionalización empresarial. Su apoyo a la exportación mediante los agregados comerciales y su equipo de expertos potenciaría el esfuerzo hacia el exterior.

Tenemos, por tanto, el problema, somos capaces de superarlo, pero sin supeditar la economía a las ideologías, puesto que estas la empobrece e inmoviliza. No nos durmamos en la autocomplacencia, ni subordinemos los valores generales de la economía a la situación e intereses del sector público.

(*) Economista y empresario

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