viernes, 20 de abril de 2018

El presidente del FROB contradice el optimismo de Goirigolzarri y del Gobierno / José Hervás *

Lo pri­mero que llama la aten­ción tanto del in­forme del 4º tri­mestre del 2017 del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), como de la com­pa­re­cencia de su pre­si­dente, Jaime Ponce, en el Congreso de los Diputados ante la Comisión de Presupuestos, es la falta de con­fianza en que se vayan a re­cu­perar can­ti­dades sig­ni­fi­ca­tivas de las apor­tadas a Bankia para su sal­va­mento. 

Su comparecencia ha vuelto a plantear una cuestión mayor: ¿Cuánto le va a costar al contribuyente español haber inyectado tanto dinero en su reflotamiento? ¿Mucho más de lo que su ex presidente Rodrigo Rato y, lo que es más importante, de lo que el Banco de España estimaba que fuera necesario?

Un resumen apresurado de lo más llamativo de lo mucho que ha vuelto a decir en su comparecencia en el Congreso es que todo se podía haber hecho mucho mejor. Cuestiona además las alabanzas que han hecho en su reciente visita a España los inspectores del Banco Central Europeo y de la Comisión, dando por zanjada la crisis y bendiciendo el modelo de saneamiento del sector. Por supuesto cuestionan el exceso de autocomplacencia del equipo de José Ignacio Goirigolzarri.

Como primera consecuencia, en Bankia no se va a cumplir el plazo de la privatización y difícilmente se podrá recuperar algo significativo de lo mucho invertido que queda por recuperar. La cotización tan baja obligaría a vender a pérdidas, como se ha tenido que hacer hasta ahora, debido sobre todo a la presión que vienen ejerciendo desde la actual gestión de la entidad para acelerar la privatización.

El equipo de Goirigolzarri, con el propio presidente a la cabeza, no deja pasar una oportunidad para mostrar que quieren quitarse de encima el control del Estado a toda costa. Aunque habrá que esperar. La cuestión exige analizarla con más detalle, como ya están haciendo en el equipo del nuevo ministro de Economía, Ramón Escolano.

No es lo único que tiene previsto revisar o analizar, aunque la presión a la que ha sido sometido para que conserve a todo el núcleo del equipo de Guindos no le facilitará el trabajo. Bien es cierto, que una vez que se asiente en el ministerio Escolano, todo será posible.

Volviendo a la comparecencia de Jaime Ponce, también fue muy importante lo que dio a entender sobre la información elaborada por la auditora que llevó a la intervención del Banco Popular. Es otra voz más que se suma a quienes sugieren que el informe de valoración final, del que prometió que se publicaría en cuanto lo recibieran, se ha estado pensando para justificar el informe inicial que condujo a la intervención.

Esta nueva actitud vendría a explicar, al menos en parte, el cambio que se ha producido en la emisión de los mensajes lanzados desde diversas instituciones para tratar de justificar la injustificable manera en que se resolvió el caso del Banco Popular.

Les va a costar mejorar la imagen de la desastrosa gestión de comunicación que se hizo en este caso. Hasta la presidenta de la Junta Única de Resolución, Elke König, que mostró un claro menosprecio por el trabajo que realiza la Comisión de Investigación del Congreso de los Diputados, ha admitido, a su manera, que quizás se equivocaron en algo.

No han sido solo estas las únicas explicaciones del presidente del FROB que han desorientado a algunos diputados en la Comisión de Presupuestos. Tanto entre los diputados populares como entre los representantes de Ciudadanos las menciones a la cuestionada gestión de la SAREB, con un presidente que cobra unos 450.000 euros, abre otro frente de investigación para los próximos meses sobre cómo se está gestionando las postrimerías de la crisis.



(*) Periodista

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