MADRID.- Los cinco 
grandes bancos españoles ganaron 1.923 millones de euros por su 
negocio bancario en España durante el primer trimestre de este año. 
Sin los 2.265 millones de comisiones netas que recaudaron de sus 
clientes, habrían tenido que dar pérdidas. La caída de los 
márgenes de intereses, por los bajos tipos, se compensa con un peso
 cada vez mayor de las comisiones que cobran por comercializar 
productos no bancarios, ya que las procedentes de servicios 
siguen bajando por la competencia entre entidades, según recoge hoy Capitalmadrid. 
Que
 28 de cada 100 euros de margen bruto obtenido en España por los cinco 
grandes bancos (Santander, CaixaBank, BBVA, Bankia y Sabadell) provenga 
ya de las comisiones, supone, ni más ni menos, que el negocio bancario 
clásico sigue tocado. Pero es que aún hay más. Si se desgaja la cuenta 
de ingresos se ve cómo por cada 100 euros de margen de intereses, estas 
entidades recaudan otros 52 por comisiones. Y esto es lo que provoca que
 sin esta partida los bancos estarían en pérdidas.
Pero para lograr todo esto sin que los clientes se enfaden y cambien 
de banco, las entidades financieras han ideado sistemas de lo más 
variopinto para cobrar comisiones y mantener a salvo la cuota de 
mercado. El que mejor les ha salido ha sido el de mantener fuera del 
balance los productos que más rentables son por la vía de las 
comisiones, lo que infla la recaudación sin dañar la relación con la 
clientela. ¿Cómo se consigue esto? Pues comercializando fondos de 
inversión, fondos de pensiones y gestión de carteras o sociedades Sicav.
 Ninguna de estas cosas es negocio bancario, pero los bancos se las 
ofrecen a los clientes para asegurarse el nivel de ingresos.
Entre los cinco grandes bancos, al finalizar el primer trimestre de 
este año manejaban 1,2 billones de euros de recursos de clientes. De 
ellos, 872.536 millones de euros eran recursos que podrían denominarse 
bancarios (cuentas corrientes y depósitos a plazo, fundamentalmente) y 
los 318.824 millones restantes estaban fuera de los balances. Aunque 
aquí también hay distintas formas de contabilizar las cosas, ya que, por
 ejemplo, CaixaBank considera recursos de clientes dentro de balance los
 pasivos por contratos de seguro, mientras que el Santander hace lo 
propio con los fondos de inversión.
En cualquier caso, y para unificar las cuentas evitando distorsiones,
 si consideramos como recursos de la clientela puramente bancarios la 
cuenta de depósitos, se ve cómo la entidad que gana por goleada en la 
búsqueda de productos que le den comisiones es CaixaBank, que tiene el 
34% de los recursos totales de clientes fuera de balance. Le sigue el 
Sabadell, con el 32%, y a continuación se sitúan Santander y BBVA (27%).
 Cierra la lista Bankia con un 18%. La media de estos cinco grandes es 
del 28%.
En cuanto a lo que suponen las comisiones sobre el margen bruto, y 
siempre según las cuentas oficiales del negocio bancario en España de 
estas entidades a 31 de marzo último, quien gana aquí es el Santander, 
que por cada 100 euros de margen bruto, un total de 33 proceden del 
cobro de comisiones. Le siguen CaixaBank y Bankia (28% en ambos casos), y
 cierran la lista BBVA y Sabadell, con un 26% y un 25%, respectivamente.
 La media de los cinco grandes es, como en el caso de los recursos fuera
 de balance, del 28%.
El caso del Santander, sin embargo, es algo especial. Según señalan 
fuentes del sector a Capitalmadrid, la introducción de la Cuenta 1,2,3 
en su negocio de depósitos, ha modificado la estructura de ingresos. 
Esta cuenta cobra unas comisiones fijas de mantenimiento a todos los 
clientes, aunque después estos pueden compensarlas a través de ingresos 
por intereses, dependiendo del saldo medio que mantengan en ella. Esa 
estrategia comercial asegura el cobro de comisiones que con el tiempo va
 compensando la caída inicial que se produce en el margen de intereses 
cuando se implanta la cuenta y los clientes migran hacia ella.
Regresando a las cifras globales, los bancos no suelen desglosar de 
dónde proceden las comisiones que se apuntan en sus cuentas de 
resultados. La entidad que más pormenores ofrece es CaixaBank, pero 
tampoco en este caso se puede ver el grado de detalle que aclare cuánta 
parte de estos ingresos proceden de productos de dentro y fuera de 
balance. O para ser más exactos, qué parte viene del negocio bancario 
puro y duro. Sin embargo, el Banco de España sí tiene los datos, 
extraídos de las cuentas que supervisa, y que llevan mucho más grado de 
detalle.
La última estadística oficial de la autoridad supervisora española a 
estos efectos es la del 31 de diciembre de 2017. Según sus datos, y con 
cifras medias del año 2017, el 37,8% de los ingresos por comisiones de 
la banca española en su conjunto procedían de comercializaciones de 
productos. La cifra es 7 puntos superior al 31,7% que recaudaron las 
comisiones por servicios bancarios en el conjunto del año pasado, y se 
encuentra a años luz del 7,3% que supusieron las de gestión de acciones 
en Bolsa. El resto de las comisiones (23,2%) provienen de gestión, 
depósitos y mantenimiento de activos de clientes, fundamentalmente.
Las fuentes consultadas por Capitalmadrid afirman, a este respecto, 
que la entrada de España en el euro supuso un antes y un después en el 
negocio bancario. “Los tipos de interés en mínimos históricos -señalan- 
han provocado cambios profundos en la estructura de ingresos de las 
entidades financieras, que ven cómo es imposible aumentar el margen 
entre lo que se cobra por los créditos y lo que se paga por los 
depósitos, que es de lo que vive el margen de intereses”. De esta 
manera, el cobro de comisiones, no sólo se ha convertido en algo 
fundamental, sino que también ha sufrido una evolución profunda.
Una vez más, los datos son los que más luz pueden arrojar sobre estos
 cambios. En el año 2000, con el euro recién estrenado como moneda de 
curso legal, los ingresos por servicios bancarios suponían el 52,7% de 
las comisiones cobradas (21 puntos más que ahora), mientras que las 
comercializaciones de productos se quedaban en el 24% (casi 14 puntos 
menos que ahora).
Las comisiones por operar en Bolsa en nombre de los clientes suponían
 el 15,2% de las comisiones totales cobradas (algo más del doble que 
ahora) y el resto era infinitamente menor, ya que se quedaba en un 
exiguo 8% frente al 23,2% actual. Puede comprobarse, pues, cómo el 
cambio de las circunstancias del negocio bancario ha variado también 
notablemente de dónde viene el dinero que los bancos cobran por 
comisiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario