MADRID.- La UCO, la Unidad Central Operativa de la
Guardia Civil, sospecha que Joaquín Barceló, mano derecha e íntimo amigo
de Eduardo Zaplana, ayudó al expolítico del PP a esconder parte de la
fortuna acumulada por el cobro de comisiones. Barceló llegó a controlar
junto a su mujer, Felisa López, cerca de una decena de sociedades y,
según las últimas cuentas remitidas al Registro Mercantil, al cierre de
2016 sumaba activos inmobiliarios valorados en 9 millones de euros.
Todas las firmas tienen su sede en Alicante y sus propiedades y
promociones se encuentran repartidas por dicha provincia, publica El Economista.
En
el marco de la Operación Erial la UCO está investigando ahora la
titularidad de distintas propiedades y empresas vinculadas tanto al
matrimonio Barceló López -ambos han sido detenidos- como a otras
personas del entorno de Zaplana, que tendrían el control de cuentas en
paraísos fiscales en Luxemburgo, Uruguay y Panamá.
En España, la empresa más importante bajo
el control de Barceló Llorens es Medlevante, que al cierre del ejercicio
2016 tenía activos valorados en 3,17 millones. Igualmente, destaca
también Costera del Glorio, una empresa en la que participa también como
apoderada Felisa López, con activos por 2,49 millones más; o
Gesdesarrollos Integrales, que tiene también 2,23 millones en activos
inmobiliarios.
La
relación de Eduardo Zaplana con Joaquín Barceló es de estrecha amistad
desde hace muchos años. Ambos se conocen desde su juventud en Benidorm,
el pueblo donde el exministro pasaba sus veranos y conoció a su mujer
Rosa Barceló -la coincidencia del apellido con el de su amigo es pura
casualidad- comenzando además su carrera política hasta llegar a ser
alcalde de la localidad en 1991.
En la capital de la Costa Blanca, Zaplana y
su grupo de amigos -entre ellos Barceló- formaron la Peña El Picarol. Y
allí, los dos matrimonios, los Zaplana Barceló y Barceló López,
forjaron un grupo que se mantenía vivo desde entonces. La vida
profesional de Zaplana y Barceló también ha ido en paralelo a esta
relación personal.
El
ahora detenido y señalado como testaferro de Zaplana, entró a formar
parte de la extensa nómina de personajes de Benidorm que saltaron a las
instituciones de la Comunidad Valenciana a finales de los años 90 del
siglo pasado después de que Eduardo Zaplana se hiciera con la
presidencia de la Generalitat.
Así, Barceló empezó dirigiendo el Centro
de Desarrollo Turístico (CDT) de Benidorm y posteriormente pasó a ser
director de Formación de la Agencia Valenciana de Turismo. En 1995, ya
tras la llegada de Eduardo Zaplana a la presidencia de la Generalitat,
Barceló fue nombrado director general de la Consejería de Turismo y pasó
a hacerse cargo de todos los centros de turismo de la Comunidad
Valenciana.
Posteriomente, en 2002, con Zaplana ya como ministro de
Trabajo, Barceló fue nombrado responsable de Relaciones Institucionales
del Parque Terra Mítica.
Fuentes de la investigación de la Guardia
Civil insisten, no obstante, en que la detención de Barceló no guarda en
principio relación con sus cargos públicos, sino con su red de
empresas, puestas a disposición de Zaplana. La Guardia Civil está
analizando ahora todo su patrimonio, así como las empresas que figuran
también a nombre de Felisa López.
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