Aunque de
poco sirve mirar al pasado, en el Grupo Parlamentario Popular cada vez
son más los que consideran necesario analizar el que califican de
grave error de no haber utilizado la dimisión del presidente del
Gobierno para haber seguido gobernando. La batalla sórdida entre
Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal fue el detonante del
abandono de Mariano Rajoy.
Frente
a la tesis defendida por la secretaria general del partido, María
Dolores de Cospedal, de que resultaba estéril la dimisión de Rajoy
porque llegado el momento de una nueva investidura no contarían con los
apoyos necesarios para conseguir el Gobierno, están los partidarios de
Soraya Sáenz de Santamaría. Estos mantienen que una vez dimitido el
presidente, el PNV cumpliría con su compromiso de apoyar al PP durante
toda la actual legislatura.
Y por eso difundieron la idea de la conveniencia de la dimisión del
expresidente Mariano Rajoy. Recuerdan que el equipo negociador de los
Presupuestos Generales del Estado: Sáenz de Santamaría, Montoro y Fátima
Báñez acordaron con los representantes del PNV que las importantes
concesiones incluidas para el País Vasco conllevaban su apoyo para el
resto de la legislatura.
La sentencia de la Audiencia Nacional sobre la Gürtel, aunque es
recurrible ante el Supremo, llevó a la directiva del PNV a condicionar
este apoyo a los populares a la dimisión del presidente del Gobierno
Mariano Rajoy. Así se lo transmitió Andoni Ortuzar al presidente del
Gobierno, quien lo dio a conocer tanto a Sáenz de Santamaría como a
María Dolores Cospedal.
A partir de ese momento las opiniones se dividieron. El equipo de
Santamaría daba por hecho que el presidente dimitiría, permanecerían en
el Gobierno y entraría en funcionamiento el artículo 99 por el que el
Rey evacuaría consultas y propondría un candidato.
En base al acuerdo presupuestario, con el equipo liderado por
Santamaría, el PNV seguiría apoyando a un PP, ya sin el presidente, cuyo
testimonio había sido citado en la sentencia de la Audiencia Nacional
sobre la Gürtel como no “suficientemente creíble”.
Los diputados recibieron mensajes de ánimo de Montoro y Báñez y les
pedían que dejaran de estar tristes hasta minutos antes de que el PNV
dijera que su portavoz en el Congreso anunciaría su apoyo a la moción de
censura. Incluso después de esto, mantenían la posibilidad de utilizar
la vía de la dimisión del presidente para conservar el Gobierno en manos
del Partido Popular e intentar mantenerlo hasta las próximas
elecciones, una vez que el Rey les encomendara formar Gobierno. Todo con
el compromiso que había asumido el PNV de apoyarles durante toda la
legislatura.
Todas las esperanzas populares se desvanecieron cuando la secretaria
general del Partido Popular anunció desde el Congreso que Mariano Rajoy
no dimitiría porque su dimisión resultaría estéril. No tenía por qué ser
así. Desde el PNV se asegura que comunicaron al presidente su
disposición a mantener el pacto de legislatura si el nuevo candidato no
estaba implicado en la Gürtel
Los partidarios de Soraya consideran que ella era la menos afectada,
lo que no podría asegurarse de Cospedal de cara a la opinión pública,
sobre todo por las diferencias que ha mantenido con Bárcenas en los
tribunales. Diferencias con Bárcenas que siempre la Justicia ha saldado a
favor de Cospedal.
Los partidarios de Cospedal insisten en que era estéril la dimisión
de Rajoy. Y lo era porque sabían que los antiguos convergentes, que
habían alcanzado un acuerdo en el Hotel Vinci de las proximidades del
Congreso de los Diputados con el PSOE para apoyarle en la moción de
censura, convencieron a su vez al PNV para que también lo hiciera.
Los socialistas se comprometieron a garantizar el cumplimiento de los
acuerdos presupuestarios que los jeltzales habían conseguido con el PP.
A saber, subida de las pensiones, respeto del Cupo Vasco e inversión de
más de 500 millones de euros anuales.
Además, apoyarían las propuestas
del PNV en Navarra. No en vano, según representantes del PDeCAT en el
Congreso de los Diputados, quien había negociado en el Hotel Vinci de
Madrid con Marta Pascal, era el Secretario Ejecutivo de Coordinación
Territorial del PSOE, el navarro Santos Cerdán.
Agua pasada no mueve molino, pero de cara a la reestructuración del
Partido Popular todo lo sucedido tendrá mucha importancia en los
próximos meses. Los datos comentados tendrán sin duda relevancia, aunque
los protagonistas todavía no han ofrecido su versión de lo sucedido y
por qué actuaron así. El caso es que se han dejado arrebatar el
gobierno.
De cara a poderlo recuperar tendrán que actuar con más generosidad
entre ellos mismos. Tiempo habrá para analizar las exigencias que han
planteado quienes han apoyado la moción. Es una alternativa que está en
la Constitución y por lo tanto no cabe en principio ningún reproche. Si
sirviera para normalizar las relaciones con Cataluña, mejor que mejor.
Aunque en este caso no hay que olvidar la reflexión de Ortega y
Gasset: “El problema catalán es un problema que no se puede resolver, que
sólo se puede conllevar; que es un problema perpetuo, que ha sido
siempre, antes de que existiese la unidad peninsular y seguirá siendo
mientras España subsista; que es un problema perpetuo, y que a fuer de
tal, repito, sólo se puede conllevar”.
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario