MADRID.- La juez que instruye la llamada Operación Erial ha confirmado la prisión incondicional de Eduardo Zaplana.
La defensa del exministro había solicitado una atenuación de la medida
cautelar hacia la libertad provisional o, al menos, el arresto
domiciliario. Ignorando un informe del médico forense que advierte del
peligro de la situación por el delicado estado de salud del exdirigente,
la titular del Juzgado de Instrucción nº8 ha insistido en el riesgo de
fuga y de reiteración delictiva como justificantes.
Zaplana recurrió el encarcelamiento por motivos sanitarios.
Mencionó el estrés que supone la prisión "para personas que nunca se
han visto privadas de libertad", ante lo que la instructora sostiene que
"quien comete un delito es el único responsable de las consecuencias de
sus actos".
La juez no toma en consideración un informe del Instituto
de Medicina de Valencia que recoge las siguientes conclusiones:
Que Zaplana, a los 62 años, padece una grave enfermedad y precisa de tratamiento diario
y control de constantes. Ha necesitado varios ingresos hospitalarios y,
por ello, cada dos semanas "se le realizan analíticas" y asistencia en
centros de salud. "A la exploración clínica, se observa un importante
deterioro…", apunta el informe.
El
cuadro médico de Zaplana "le condiciona una situación mayor de riesgo de
sufrir infecciones oportunistas que pueden causar complicaciones que
agraven de forma severa (hasta incluso riesgo de muerte) su situación
clínica",
avisa el forense sobre la estancia en prisión.
Y añade: "la atención y
el control sanitario en la cárcel son totalmente correctos,
encontrándose ingresado en el Módulo de Enfermería, pero las condiciones
de falta de asepsia del entorno condicional al paciente una morbilidad
significativa muy alta".
"Por tanto, su estancia en el centro penitenciario incide de forma muy negativa en la patología que sufre el informado".
Aunque
la defensa de Zaplana, de acuerdo con el informe del médico,
describen el módulo de enfermería como un medio hostil para la salud del
exministro, la juez responde que "como se ha observado de las
vigilancias que se le han estado efectuando, su vida ha sido muy activa,
dando conferencias, acudiendo a restaurantes, desplazándose de un sitio
a otro sin llevar ningún tipo de mascarillas, siendo la vida en sí y
los círculos en los que se mueve ‘un medio hostil’ donde se pueden coger
cualquier tipo de virus".
"El riesgo de contagio existe en su vida cotidiana y más aséptico que
una enfermería no es un restaurante, por poner un ejemplo".
La
instructora subraya que el centro penitenciario ha informado de que
Zaplana "ha solicitado acudir al gimnasio para poder realizar ejercicio
físico, solicitud que le ha sido autorizada, lo que evidencia que él
mismo se encuentra en perfecto estado independientemente de la
enfermedad que padece, y no tiene ningún miedo a acudir a unas
dependencias que no pueden ser consideradas tan asépticas como una
enfermería".
De acuerdo con el auto, "el hecho de estar sometido a revisiones no
va en modo alguno a ser impedido, como en todos los casos en los que es
necesario".
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