martes, 12 de marzo de 2019

PP, Cs y Vox podrían reeditar el pacto andaluz en la Generalitat Valenciana

MADRID.- La decisión del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, de adelantar las elecciones autonómicas y así hacerlas coincidir con las generales el 28 de abril no servirá para que el bloque de izquierdas retenga este gobierno regional. 

Según la encuesta de NC Report que publica La Razón, los números que arrojarán estos comicios no permitirán reeditar el Pacto del Botánico que llevó al PSOE, Compromís y Podemos a arrebatar a los populares en 2015 uno de sus feudos por excelencia. Los socialistas mejorarían su resultado de hace cuatro años e incluso se convertirían en la formación más votada. 
La debacle de Compromís y de Podemos, sin embargo, frustaría cualquier posibilidad de dar continuidad al actual Ejecutivo. Frente a ellos, el bloque de centro derecha estaría en disposición de hacerse con el Gobierno ya que PP, Ciudadanos y Vox conseguirían la mayoría absoluta en las Cortes del Palacio de Benicarló.
El resultado que dibuja la encuesta es el de un empate entre el PSOE y el PP. Ambas formaciones se quedarían un poco por debajo del umbral de los 600.000 votos. Ximo Puig y el PSOE serían los más votados con el 23,9%. Isabel Bonig, candidata del PP, lograría el 23,6%. 
Apenas habría 8.000 votos de diferencia entre ambos y en el parlamento regional tanto socialistas como populares lograrían 27 escaños. Este resultado supondría un retroceso de cuatro diputados para el PP y, por contra, una subida de otros cuatro para el PSOE.
En lo que respecta al partido presidido por Pablo Casado, el escenario que dejarían unas elecciones con este resultado sería muy parejo al que arrojaron los comicios andaluces de diciembre: menos votos y diputados que hace cuatro años y, sin embargo, suficientes para poder articular una mayoría con la que gobernar. 
Y esa paradoja se produce no por sus propios números –que evidencian la pérdida de casi 70.000 votos–, sino por el crecimiento de sus potenciales socios. Ciudadanos, con Toni Cantó como candidato, se convertiría en la tercera fuerza en esta comunidad. 
Conseguiría tres diputados más que en 2015 –de los 13 actuales a 16– gracias al apoyo de 390.000 valencianos, es decir, un 26% más que en la última contienda electoral.
La suma de PP y de Ciudadanos arroja 43 diputados. Bonig y Cantó estarían, por tanto, muy lejos de los 50 diputados que marcan la mayoría absoluta en esta comunidad. Necesitarían, como ya sucedió en Andalucía, de Vox. 
El partido de Santiago Abascal, aún sin candidato a la Generalitat, entraría con fuerza en escena en las Cortes: obtendría 8 diputados gracias al 9,8% de los sufragios y al apoyo 245.000 personas. 
Estos 8 escaños permitirían al bloque de centro derecha alcanzar los 51 diputados. Con estas cifras, por tanto, Vox , que superaría a Podemos y se convertiría en quinta fuerza del Parlament, se encontraría en un escenario similar al andaluz como bisagra necesaria para decantar la balanza.

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