ALICANTE.- El Ayuntamiento de Alicante ha emitido una certificación en la que descuenta más de 40.000 euros al pago mensual que hace a la empresa adjudicataria de la limpieza, UTE Alicante,
por incumplimiento de contrato en el mes de agosto, más concretamente
por no haber ejecutado el desbroce de caminos de la ciudad. Esta
decisión no es firme y aún se encuentra en proceso de alegaciones, pero
refleja el cambio de rumbo de la Concejalía tras la reestructuración planteada hace dos meses por el nuevo edil del área, Manuel Villar (PP), de cara a los dos años que quedan de vigencia del contrato.
En concreto, y como ya informó El Mundo, el equipo de Gobierno ha
puesto al frente de los técnicos a Manuel Marco, el jefe del equipo
económico que había emitido un informe sobre la falta de control de absentismo en UTE Alicante. La figura clave, sin embargo, es el ingeniero Sebastián Chicote,
redactor del pliego adjudicado en 2013 y uno de los pocos funcionarios
que quedan en el consistorio capaz de preparar el nuevo contrato de cara
a otoño de 2021. Fuentes municipales explicaron que la intención de Chicote era jubilarse, pero que ha decidido agotar estos dos últimos años como supervisor del cumplimiento del servicio.
Según ha podido saber este diario las primeras medidas del nuevo equipo técnico han sido reforzar las inspecciones para detectar cualquier tipo de incumplimiento y actuar en consecuencia. De
hecho, esta reducción del pago -que en la práctica supone una sanción-
es una de las mayores que se han hecho a la empresa de limpieza.
La suciedad es uno de los problemas más graves que tiene Alicante, tal
como reflejan los informes anuales del Observatorio de Servicios
Urbanos o los cuatrianuales de la Organización de Consumidores (OCU),
donde la ciudad aparece como la penúltima más sucia de España.
La
actual adjudicataria es UTE Alicante, una empresa participara por el
promotor alicantino Enrique Ortiz, FCC y Ferrovial, y
que se hizo con la contrata en septiembre de 2013, tras ser la única
oferta que se había presentado al concurso y al borde de la baja
temeraria. De hecho, lo único que impidió declarar nula la adjudicación
fue que la mercantil prometió mantener un índice de absentismo del
5,45%, algo que se ha incumplido sistemáticamente como el propio Chicote
advirtió.
UTE
Alicante es heredera de la antigua Inusa, quien se encargó de la
limpieza durante más de una década cobrando ingentes cantidades de
servicios extraordinarios fuera de contrato, una práctica que más tarde
se declaró prohibida por el Gobierno de España. Este enorme gasto en
servicios no presupuestados fue lo que generó una deuda de 70 millones con los proveedores,
lo que obligó al consistorio a solicitar un rescate del Estado en los
años 2011 y 2012.
Actualmente Inusa sigue teniendo una participación en
UTE Alicante, pero ese porcentaje varió en 2015 con el objetivo de
esquivar la obligación de tener que presentar las cuentas. Aún así este
diario reveló, a través de los resultados individuales de las
mercantiles que la componen, que en 2016 la adjudicataria de la limpieza consiguió triplicar sus beneficios hasta los 2,3 millones.
¿De quién es la culpa de que la ciudad esté sucia?
El
grupo de Compromís en el Ayuntamiento de Alicante exigirá en el próximo
pleno municipal, que se celebrará en dos semanas, la convocatoria de la
comisión que vigila la contrata de limpieza, con el objetivo de volver a
plantear un pacto entre todos los partidos y buscar una solución
a un problema que ya parece crónico en la ciudad.
De
hecho, este verano
las noticias sobre la suciedad han sido una constante en las denuncias
de la oposición, una práctica que ya constituye un clásico de la
política municipal: cuando los partidos gobiernan se limitan a poner el
foco en las responsabilidades cívicas, y cuando están en la bancada
contraria acusan al Gobierno municipal de no controlar adecuadamente a la empresa.
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