jueves, 5 de diciembre de 2019

Repatriando el oro para el Reseteo / Guillermo Herrera *

Varios países están repatriando sus reservas de oro y están abandonando el dólar en preparación para la tormenta económica que viene con el reinicio financiero mundial, en un movimiento que se puede calificar de desbandada generalizada. Debido a la escalada de las tensiones geopolíticas, los países tratan de reforzar sus reservas de oro, y así aumentar su independencia financiera.

Los bancos centrales de todo el mundo han estado almacenando oro en los últimos años, alejándose del dólar estadounidense. Asimismo se ha notado otra tendencia: la repatriación de oro del extranjero, y el almacenamiento de los lingotes en bóvedas locales.

En los últimos años hemos visto a países como Alemania, Austria, Bélgica, Venezuela y los Países Bajos repatriar su oro desde distintos lugares del mundo. El ritmo parece haberse acelerado desde que Venezuela decidió repatriar sus 180 toneladas de oro en 2011. Hace unos meses, el Banco de Inglaterra se negó a devolver 14 toneladas de oro pertenecientes a Venezuela.

Caracas quiere repatriar algunos de sus de lingotes para hacer frente a la crisis económica del país, que se ve exacerbada por las sanciones de EEUU. Los casos de Rusia, Venezuela e Irán han demostrado claramente que EE.UU. puede imponer sanciones y congelar los activos de cualquier país en su territorio.

MONEDA UNIVERSAL

La acumulación de reservas de oro en territorio propio es un paso correcto, porque el oro es una moneda universal, mientras que el almacenamiento de reservas en diversas divisas no es tan seguro, debido a la inestabilidad de las monedas. Rusia, China y Turquía son ejemplos de países que llevan años aumentando sus reservas de oro.

En el año 2018 los bancos centrales compraron más oro que en cualquier otro año desde 1971. La tendencia sigue en 2019. China aumentó sus reservas de oro en 10,3 toneladas en junio y en 74 toneladas en los seis meses anteriores. Rusia también ha aumentado sus reservas de lingotes, añadiendo más de 70 toneladas de oro a sus bodegas en los primeros cuatro meses de 2019.

El oro no se puede devaluar como el dólar, el euro, la libra esterlina y todas las monedas fiduciarias. Tiene la consideración de ser un dinero sin fronteras que actúa como reserva y refugio seguro en una cartera diversificada. Algo, que de lo que estos bancos centrales son muy conscientes aunque no lo digan.

RESERVA FEDERAL

La cantidad de oro en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York cayó a su menor nivel en las últimas décadas. Eso ha sucedido debido a que los bancos centrales extranjeros están retirando activamente su oro. El proceso de repatriación del oro será beneficioso para la economía mundial según los expertos.

Los analistas afirman que se mantiene de forma casi ininterrumpida la salida de oro de la FED, que comenzó en 2014. Las razones son obvias: el crecimiento de las tasas del sistema de la Reserva Federal, la presión sobre el euro y otras monedas por parte de EE.UU. y el aumento de los riesgos geopolíticos. El mundo busca reducir su dependencia del dólar.

La Reserva Federal sostiene que el oro no juega un papel monetario y ni ellos se lo creen. Pero entonces hay que preguntarse ¿por qué el Banco de la Reserva Federal mantiene la mayor cantidad de oro que pertenece no sólo a Estados Unidos, sino también a otros países? Los países cuyos bancos controlan el oro físico obtienen un enorme poder económico: pueden vender o rentar en el mercado el oro que le están cuidando a otros.

UNIÓN EUROPEA

Varios estados de la Unión Europea tienen depositada en el extranjero parte de sus reservas nacionales por motivos de seguridad. Sin embargo en Europa se multiplican las voces en favor de repatriar sus ligotes de oro desde varias naciones, debido a las consecuencias de la crisis económica, y a una impresión de moneda fiduciaria sin precedentes a nivel mundial.

Pocos años después de acabar la segunda guerra mundial, Alemania había sacado provecho del plan Marshall y había recreado casi por completo su economía, invirtiendo una buena parte de su superávit en comprar oro.

Con la guerra fría en pleno auge, ni EE.UU. ni sus aliados querían que hubiera mucho oro dentro de Alemania, que pudiera servir de respaldo para un posible resurgimiento del nazismo, o que pudiera ser capturado por los soviéticos en una guerra. Así que se obligó a Alemania a que aceptara que los bancos de Gran Bretaña, Francia y EE.UU. le ‘cuidarían’ una parte significativa de su oro.

En el caso de España, durante la guerra civil española las autoridades republicanas tenían miedo de que los cientos de toneladas de oro en el Banco de España cayeran en manos de los sublevados nacionalistas, con lo que obtendrían recursos inmensos para comprar armas, municiones y comida para su bando. Quisieron que la Unión Soviética les ‘cuidara’ todo ese oro, y Rusia simplemente se lo apropió, aunque otros dicen que se gastó todo el oro en comprar armas de guerra.

ALEMANIA

Alemania fue el primer país europeo que reivindicó sus 120 toneladas de oro en 2014. A continuación, los Países Bajos pidieron a la Reserva Federal la devolución de 122 toneladas de oro. Austria fue la tercera nación europea en repatriar la mayor parte de su oro para volver a depositarlo en Austria y Suiza.

El Bundesbank informó en agosto de 2017 que había culminado, tres años antes de lo previsto, la repatriación de parte del oro que mantenía en Nueva York y París, y ya tiene algo más de la mitad de sus reservas en Fráncfort, tal y como lo tenía previsto.

Alemania quiso que el oro que le guardaban en París, Londres y Nueva York fuera repatriado y almacenado ‘in-situ’. Los bancos de los dos primeros países lo regresaron rápidamente, pero de los depósitos neoyorkinos de la Reserva Federal salieron unas pocas toneladas, durante los dos primeros años, antes de que los envíos se detuvieran por completo.

El programa de repatriación parcial de la reserva de oro almacenada en la Reserva Federal desde el final de la segunda guerra mundial se lanzó en Berlín en 2012. Alemania repatrió 300 toneladas de lingotes de oro que se colocaron en el almacén del Bundesbank, en Fráncfort del Meno. Los Países Bajos, por su parte, repatriaron unas 100 toneladas de oro de EEUU.

EL CASO DE POLONIA

Otro de estos países es Polonia que, después de duplicar durante el año pasado sus reservas del metal precioso, está repatriando oro del extranjero. Varsovia quiere llevar una parte significativa del metal precioso de vuelta a casa desde el Banco de Inglaterra.

El Banco Nacional de Polonia señala que la repatriación se debe a la necesidad de los bancos centrales de diversificar el almacenamiento de sus reservas de oro para limitar el riesgo geopolítico, lo que podría dar lugar a la pérdida de acceso o a la restricción de la disponibilidad de los recursos de oro en el extranjero. Con estos fines espera transferir al menos 100 de las 228 toneladas, y almacenar los lingotes en sus bóvedas.

El Banco declaró que el oro es la mayor reserva de todos los activos de reserva, y además es un ancla de confianza que diversifica el riesgo geopolítico. Además, se refiere al oro como un amortiguador estratégico que aumenta la credibilidad y apoya la fortaleza financiera y la seguridad del país, incluso en condiciones de mercado desfavorables.

Asimismo el Banco de Inglaterra ha estado guardando 80 toneladas de oro australiano durante años. Sin embargo, el regulador del Reino Unido no le ha permitido a Australia llevar a cabo una auditoría adecuada de sus lingotes.

HUNGRÍA

Polonia no es el único país de la UE que desea conservar gran parte de sus reservas de oro en su territorio. En octubre de 2018, Hungría, el vecino de Polonia, anunció la decisión de repatriar las reservas de oro, explicando que el traslado fue por razones de seguridad.

Inspirado también por el ejemplo de Polonia, Eslovaquia considera la posibilidad de repatriar el oro del Reino Unido. Serbia, más tarde, se unió a Eslovaquia en esta repentina tendencia de repatriación de oro de Europa del Este.

Concretamente la repatriación del oro de Hungría se suma a la creciente protesta contra la hegemonía del dólar estadounidense, ya que el Banco Nacional de Hungría repatriará cien mil onzas troy de oro de Inglaterra.

La compra de oro y las repatriaciones de Hungría, y ahora de Polonia, envían señales claras a la élite de la UE de que, tanto en el ámbito de la política como en el de la estrategia monetaria, los dos países todavía tienen una vena independiente y un sentido de soberanía nacional que está ausente en muchos otros países miembros de la UE y que ya quisiera yo que lo tuviera España.

Al igual que otros países, Turquía no guardaba todo su oro en casa: una parte -28,7 toneladas de lingotes- estaba depositada en la Reserva Federal de EEUU. No obstante, ahora Ankara lo ha sacado todo y lo ha colocado parcialmente en los almacenes del país, mientras que otra parte la ha confiado al Banco de Pagos Internacionales en Suiza y al Banco Central de Inglaterra.


 (*) Periodista

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