VALENCIA.- La Policía Nacional ha asestado un duro golpe a la mafia china que opera en la Comunidad Valenciana. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía han anunciado esta semana que se ha detenido a 81 personas en este operativo,
y se ha liberado a víctimas de explotación laboral y sexual de una
organización de origen chino dedicada a la producción de marihuana.
El
Delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, y el Comisario Provincial
de la Policía Nacional en Valencia, Ignacio del Olmo Fernández, informaron de los detalles de la operación.
La operación, según las mismas fuentes, ha supuesto el desmantelamiento
de una organización, compuesta por ciudadanos de origen chino, dedicada a
la producción de marihuana, en la que se han detenido a 81 personas, se
han aprehendido 22.463 plantas de marihuana, desmantelado cerca de 20
naves industriales e intervenido 61.000 euros.
La organización desmantelada, compuesta por ciudadanos de origen
chino, se dedicaba a la producción de marihuana mediante el alquiler de
naves en polígonos industriales --radicados principalmente en la
Comunitat Valenciana-- y a su posterior exportación a países de la UE.
Además, el entramado operaba en “células” con idéntico modus operandi y
misma técnica de seguridad.
La investigación, por otra parte, ha permitido liberar a 36 personas víctimas de explotación laboral,
a las que los responsables de la organización tenían trabajando en
condiciones precarias, 24 horas al día, todos los días de la semana.
Asimismo, han sido liberadas 13 mujeres que se encontraban en pisos
sometidas a explotación sexual.
Las pesquisas se iniciaron en febrero del presente año, si bien es
extensión de labores previas que ya habían evidenciado la existencia de
una organización criminal de origen chino dedicada, presuntamente, a la
producción y exportación de marihuana.
Los agentes tuvieron conocimiento
de la existencia de nuevos grupos, integrados en el seno de dicha
organización, conformados por ciudadanos chinos que centraban su
actividad productiva de marihuana en naves alquiladas de diversos
polígonos industriales radicados, principalmente, en la Comunitat
Valenciana.
Los agentes observaron que la organización operaba a través de
diferentes grupos que, aparentemente, desarrollaban su actividad
criminal de forma independiente, adoptando el sistema de “células”. Sin
embargo, la investigación ha permitido acreditar patrones comunes que
permiten interrelacionarlos.
Todos ellos utilizaban la misma empresa de mensajería privada para
enviar la mercancía al exterior, así como idéntico modus operandi en la
exportación: similitud en el embalaje de los paquetes, descripción del
producto como ropa, pesaje de unos 10 kg y misma técnica de envasado
interior.
Además, el proveedor del material necesario para el cultivo y
acondicionamiento de las naves de producción era, en todos los casos, la
misma persona.
También usaban el mismo método para el transporte de la
infraestructura hacia las naves, alquilando coches y furgonetas en casas
de Valencia y/o Madrid por breve espacio de tiempo.
Asimismo, todas las
células coincidían en el empleo de la misma técnica de seguridad,
consistente en el alquiler de pisos sin habitar que utilizaban ex
profeso como “depósito” de la mercancía y del material necesario para el
embalaje de la marihuana y su envío a otros países.
Asimismo, se puso de manifiesto que los grupos se valían de las
mismas personas para el montaje de la infraestructura productiva de las
naves de alquiler y de la misma persona para el envío de los paquetes de
marihuana desde España a Reino Unido y Holanda.
De hecho, los agentes
observaron una coincidencia reiterada en los nombres de los
destinatarios así como en las direcciones de entrega de los paquetes de
marihuana con destino Reino Unido. Por último, comprobaron que diversas
personas de las distintas células investigadas se interrelacionaban
entre sí.
Los responsables de las células tenían doble residencia en Valencia y
Madrid y eran constantes sus desplazamientos entre ambas ciudades. En
la ciudad del Turia, además, disponían de cuatro domicilios para
almacenar, envasar y preparar la marihuana para su envío al extranjero.
En los registros de estos depósitos, los agentes localizaron 45,6 kg de
marihuana en cogollos así como el material necesario para su preparación
y envasado.
La marihuana era cultivada o adquirida en España y exportada a otros
países de la Unión Europea, principalmente Reino Unido (Inglaterra y
Escocia) y Holanda.
El método de exportación se canalizaba a través de
diversas empresas privadas de paquetería simulando ser envíos de otros
productos, generalmente ropa. Para satisfacer la demanda, los grupos
investigados se desplazaban a otras provincias de nuestro país como
Jaén, Sevilla, Cádiz o Toledo para comprar a otros proveedores partidas
de marihuana que, a su vez, reenviaban por el método anterior al
extranjero.
Los agentes han acreditado que, entre 2018 y 2019, esta organización
ha enviado a Europa 325 paquetes que contenían unos 4.200 kilos de
marihuana.
Además, en el curso de la investigación, se han intervenido
judicialmente cinco paquetes -enviados por los diferentes grupos y con
destino a Reino Unido y Holanda- conteniendo todos ellos marihuana y
arrojando un peso total de 35 kilos.
Igualmente, se ha confirmado que los diferentes grupos de la
organización operaban en la Comunitat Valenciana, al menos, desde
principios de 2018. Con el curso de la investigación, los agentes han
detenido a los responsables de los diferentes grupos y han desmantelado
la infraestructura de 19 naves industriales ubicadas en diferentes
localidades de Valencia, Castellón, Alicante y Albacete.
El operativo ha permitido localizar y liberar a 36 ciudadanos chinos y
vietnamitas en las naves, donde se encontraban sometidos a condiciones
degradantes y de “semiesclavitud”. Además, comprobaron que carecían de
documentación y que habían sido trasladados a España de manera
clandestina para ser explotados y utilizados como mano de obra barata
para realizar actividades delictivas.
Las jornadas de trabajo eran de 24 horas diarias, durante todos los
días de la semana, debido a la necesidad de controlar permanentemente la
temperatura, humedad, abono O poda, de las plantas de marihuana así
como de garantizar la seguridad de la producción, evitando la intrusión
de terceros.
Algunas de las víctimas han relatado que no podían salir a la calle
ni comunicarse con el exterior; únicamente recibían comida para poder
seguir trabajando “como auténticos esclavos”.
Asimismo, les prometieron
un salario de 500 euros que nunca recibieron y, tras arrebatarle su
documentación y su maleta, les obligaron a trabajar en condiciones de
absoluta precariedad sin contrato de trabajo ni otro documento similar.
Además, han sido liberadas 13 mujeres halladas en los seis pisos que
la organización controlaba en Valencia, Sedaví, Alzira y Denia. Todas
ellas eran de origen chino y ejercían la prostitución bajo coacción.
Se
encontraban encerradas en viviendas que eran controladas por la red, de
forma que conseguían desarraigar a las mujeres de cualquier apoyo
social. La explotación sexual era permanente, siendo obligadas a ejercer
la prostitución simulada bajo la práctica de masajes, a cualquier hora
del día o de la noche, siempre que fueran requeridas por algún cliente.
Las propias víctimas han relatado que tenían que estar disponibles
las 24 horas del día, sin periodos de descanso; tampoco contaban con la
posibilidad de descartar practicar sexo con determinados clientes y eran
amenazadas con castigos si incumplían las normas.
Por otra parte, la
mitad de lo que cobraban a sus clientes por los servicios que prestaban
tenía que ser entregado para la “casa”.
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