jueves, 2 de enero de 2020

'Ecologistas' pide once años de prisión para los acusados oriolanos por el vertedero de Abanilla (Murcia)

ORIHUELA.- Ecologistas en Acción ha presentado en el Juzgado de Instrucción nº 4 de Cieza (Murcia) un escrito de acusación dentro de las diligencias previas que investiga la comisión de un delito contra el medio ambiente en el vertedero de Abanilla.

La denuncia que dio lugar a dichas diligencias fue presentada por la organización ecologista en noviembre de 2010, informa José Manuel Muñoz, de la citada organización ecologista.
En su escrito, Ecologistas en Acción formula acusación contra la empresa oriolana Proambiente, además de contra los tres hermanos oriolanos de La Aparecida, Fenoll Pérez, Ángel, Ramón y José, y contra el sobrino de los anteriores, Ángel Javier Fenoll Pastor, pidiendo 6 años de prisión para los tres hermanos, 5 para el sobrino y multa para la mercantil.
Recuerdan que Proambiente SL fue fundada en 1998 por Ángel Fenoll Pérez, que era el gerente y administrador único, siendo sus dos hermanos socios trabajadores de la empresa, posteriormente pasando Ramón a ser apoderado el 11 de junio de 2007.
Todos ellos son considerados autores de los delitos cometidos en el vertedero de Abanilla (Murcia), por considerar que todos ellos eran conscientes de la situación del vertedero y de los distintos delitos que se iban cometiendo al ir depositando los residuos sólidos urbanos en distintas zonas del vertedero no aptas para ello, añade.
Según los ecologistas, la empresa tardó sólo dos años en rellenar su vaso inicial de vertido, autorizado para una capacidad de 251.280 metros cúbicos y con una previsión de vida útil de 16 años, en base a su previsión de negocio.
La sobreexplotación llegó a tal nivel que la basura que se estaba depositando en el vaso número 1, se desplomó en 2005 sobre el vaso número 2, quedando ambos colmatados, y sepultando una de las máquinas con un trabajador dentro.
El cuerpo sin vida del trabajador no pudo ser rescatado hasta una semana después, durante la cuál dos máquinas estuvieron retirando la basura que lo sepultó, lo que da una idea del enorme volumen de basuras acumulado.
En el vertedero, se excedieron los limites espaciales y de volumen de residuos autorizados en todos los vasos, invadiendo hasta en 62 hectáreas la zona LIC Sierra de Abanilla, colindante.
Además, junto a los principales vasos se realizaron diversas roturaciones y excavaciones en las que depositaron considerables cantidades de residuos, debido al excesivo volumen de trabajo.
Por otro lado, la mayoría de los vasos y depósitos no disponían de capa impermeabilizante y en los mismos se vertían los residuos directamente del camión, sin ningún tipo de tratamiento ni selección previa.
En 2014 se concedió a Proambiente SL la Autorización Ambiental Integrada para la ampliación del vaso 3, condicionada al cumplimiento simultáneo de restauración por parte de la empresa.
El objetivo era que fuera la misma empresa la que asumiera el coste de la restauración, pero el proyecto no salió adelante y la empresa el 25 de febrero de 2016 fue declarada en Concurso de acreedores, estando actualmente en fase de ejecución.
El coste de restauración y mantenimiento del vertedero, ya que después de clausurado, un vertedero tiene una vida de 30 años que requiere mantenimiento, alcanza la inestimable cuantía de 12.720.932,77 euros, dinero que, de no ser incautado a los encausados, deberá salir de las arcas públicas, «en un nuevo ejemplo de socialización de los costes ambientales y sociales que provocan actividades económicas mal reguladas y vigiladas», agrega.

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