sábado, 28 de marzo de 2020

Psicólogos del IVANN atienden gratis a sanitarios que se ven desbordados

VALENCIA.- Un equipo de psicólogos del Instituto Valenciano de Neurociencias (IVANN) atiende desde mediados de marzo, de forma gratuita, a profesionales y trabajadores sanitarios que requieren asistencia por la situación de "sobrecarga" y "estrés" a la que se enfrentan en plena pandemia de coronavirus, que está afectando especialmente a este colectivo, en primera línea de combate del Covid-19, y que expresan su pesar con afirmaciones como "he caído y queda lo peor".

   Así lo explica el director del IVANN y profesor de la Facultad de Psicología de la Universitat de València, José Mazón, cuyo centro ofrece atención psicológica gratuita a trabajadores de la sanidad pública --desde médicos, a enfermeras, celadores, conductores de ambulancia o personal de limpieza-- para ayudarles a sobrellevar la situación.
   De momento, el 80 por ciento de la asistencia que ofrecen en este servicio es a personal sanitario que está de baja, bien por síntomas o en aislamiento, y que presenta "impotencia de no poder seguir ayudando, están temerosos de si están expuestos, van a desarrollar el virus o incluso se preguntan si tendrán que ingresar o estar en incomunicación y no pueden ni deben interactuar de forma próxima".
   En cinco o seis supuestos, son personas que se han aislado en segundas residencias y sienten aún más el "impacto por el fenómeno de la soledad" y el 20% restante son sanitarios en activo que empiezan a notar que necesitan apoyo ante la visión subjetiva de que "llega lo peor". Y calcula que el porcentaje, en unos 15 días, se habrá equilibrado al 50% para atender no solo a los que están en casa sino a los que siguen en activo.
   Además de preguntar por si el servicio es gratuito, en qué consiste y qué hay detrás, las frases que más escuchan son: "Madre mía la que se nos viene"; "Esto empieza a ponerse duro y estamos hechos polvo o "He caído y le queda lo peor". Y lo que les transmiten es que "por muy tocado que estés, se te va a dar apoyo hasta que lo necesites, a corto y medio plazo". 
"Eso les tranquiliza mucho", resume.
   El director científico del centro, junto con el colegio de psicólogos y otros profesionales, ha recibido dos encargos de la Conselleria de Sanidad, que están sacando adelante mediante videoreuniones: elaborar una guía con pautas y recomendaciones para el confinamiento --salud mental, buena convivencia, manejo de la ansiedad en familias, sobre todo en las de riesgo, con niños discapacitados o cuidadores de dependientes-- y poner recursos y apoyo para personal sanitario.
   En este contexto, Mazón, que ya ha lidiado con otras situaciones complicadas como ofrecer asistencia aguda a familiares de las víctimas del accidente de metro del 3 de julio de 2006 en València durante las 24 primeras horas, no cierra la puerta a ofrecer esta atención a todo profesional relacionado con servicios públicos como Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, conductores de metro, autobús o taxistas que centren desplazamienos a hospitales y "servicios de primera línea", mientras puedan tener disponibilidad.
   La iniciativa arrancó de forma efectiva el 16 de marzo y el número de consultas solicitadas ha crecido de forma exponencial. Hasta el 20 de marzo, las peticiones fueron "mínimas" y ahora se reciben de forma "más regular" y en aumento, detalla, con 22 personas interesadas el 23 y 18 contactos; 35 consultas el día 24 y 22 contactos o 42 consultas nuevas el pasado miércoles. La media de edad, entre los 40 y 45 años, y principalmente son médicos y enfermeras de urgencias.
   Se trata de un servicio abierto a la Comunitat Valenciana, aunque han recibido alguna petición de Murcia, y para el que el IVANN tiene una red de 18 psicólogos, de los que se han activado 14 y quedan otros cuatro en reserva. De hecho, a fecha de hoy, hay días con cuatro o cinco pacientes durante la mañana y otros tantos de tarde.
   El doctor Mazón explica que los profesionales sanitarios que se están enfrentando al coronavirus presentan ahora un nivel de sobrecarga --muchos días, a mucha intesidad y con mucho esfuerzo-- y ansiedad que es "doble": por un lado, afrontan jornadas "maratonianas" de trabajo, con turnos dobles o triples por contagios de compañeros y hay, por tanto, menos medios humanos que al inicio, por lo que se empieza a generar un impacto en la salud de los profesionales, "que tienen que seguir al pie del cañón a un ritmo muy intenso" y por un periodo de tiempo que se prevé, inicialmente de un mes o mes y medio más.
   Esto se añade al estrés que genera la toma de decisiones, en una situación nueva a este nivel, "en cuanto a número de personas a atender, por una misma temática y en el poco tiempo que la enfermedad te permite", sumado a la falta de recursos. Así, aunque los médicos están acostumbrados a tomar decisiones estresantes, "estas están por encima de la media".
   Para acceder a la atención, se debe formular la petición en el IVANN, que contacta con ellos, confirma documentalmente que se encuentran en el perfil sanitario y se fija una hora de una primera sesión para empezar a intervenir de acuerdo con la valoración del impacto, intesidad del grado emocional o alteración que presentan. Lo habitual es fijar sesiones completas de una hora u hora y media inicial y pautar dos o tres semanales al tratarse de intervención "en agudo".
   Pocos casos se encuentran con que, tras un primer contacto y marcaje de pautas, esa orientación sirva para fijar una sesión semanal o quincenal y de duración más corta. Además de esas consultas, tienen pensado ofrecer tutoriales de yoga y relajación.

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