MADRID.- El sector financiero español ha amortizado más de 100.000 puestos de trabajo desde 2008, hasta contar con una plantilla de 173.447 empleados, que la nueva ola de reestructuraciones podría situar por debajo de 150.000 personas, lo que colocaría a España a la cola de la Eurozona en nivel de bancarización, según refleja el 'Informe sobre la evolución del empleo en el proceso de reestructuración del sector financiero 2008-2020' elaborado por CC.OO. Servicios.
El informe recoge que el sector financiero español ha experimentado 120.311 salidas y 26.294 entradas de empleados entre 2008 y 2019. El BCE cifra los puestos amortizados en 103.050 empleos netos desde 2008 (-37,3%), cuando en toda la zona euro la reducción ha sido de 423.546 empleos (-18,9%).
El secretario general de CC.OO. Servicios, José María Martínez, considera esta tasa de reposición "insuficiente" y apunta que su incremento debe formar parte de la renovación explícita de un "contrato social", con flujos de entrada de plantilla joven con capacidades específicas y mediante protocolos acordados que permitan abordar "una transición justa" en los procesos de transformación del sector.
El informe también señala que España se sitúa como uno de los países de la Eurozona con menor nivel de bancarización, con 37 empleados financieros por cada 10.000 habitantes, frente a la media europea de 54,2. Cada empleado da servicio a una media de 270,6 habitantes, cuando el promedio de la Eurozona es de 184,7 habitantes por trabajador.
Además, CC.OO. ha advertido de que las proyecciones anunciadas de la nueva ola de reestructuraciones situarían las plantillas del sector en España por debajo de 150.000 personas, a la cola de la Eurozona en nivel de bancarización (con unos 35 empleados por cada 10.000 habitantes) y con el mayor número de habitantes a atender por cada empleado del sector financiero, por encima de 300.
El secretario general de CC.OO. Servicios ha aprovechado la presentación del informe para reivindicar el "carácter imprescindible" de las plantillas del sector, cuya función ha sido "esencial" en los momentos más duros de la pandemia del coronavirus y que lo seguirá siendo para salir de la crisis, gestionando los fondos de recuperación y el crédito a empresas y familias.
El ajuste en empleo se ha producido en un escenario en el que 88 entidades financieras han acabado confluyendo en 12 grupos bancarios, siendo España el país donde más ha crecido la concentración de activos. En opinión del sindicato, esto provoca que en España haya "cierto riesgo de oligopolio".
En cuanto a oficinas, la red de sucursales se ha recortado un 47,9% en España (-22.9061 oficinas) y un 32,6% en la UE (-62.252 oficinas), de forma que el número de oficinas en España por cada 10.000 habitantes ha pasado de 10 en 2007 a 5,1 en 2019 y las proyecciones anunciadas prevén que se reduzca a 4.
"El impacto de este ajuste en la capacidad instalada en forma de riesgo de exclusión financiera en clave territorial (municipios sin acceso presencial a servicios financieros) es evidente, y está ampliamente analizado en los últimos tiempos por parte de CC.OO. y los propios supervisores", apunta el informe.
El informe toma los tres componentes (concentración de activos en las entidades, cierre de sucursales y grado de trabajadores por habitante) para articular un índice tridimensional que represente la superficie de contacto con la sociedad española.
"La esfera del sector financiero español es la que más se ha reducido, junto a la griega, en toda la zona euro. Cuanto menos contacto con la sociedad, más crece el riesgo de exclusión financiera", ha advertido José María Martínez.
En este sentido, el sindicato ha pedido articular mecanismos que garanticen la inclusión financiera, que en su opinión deben pasar por la innovación en la atención al cliente, por garantizar por diversas vías y estrategias el acceso a los servicios financieros a pesar de la reducción de capacidad instalada y por un impulso legislativo y regulatorio que garantice unos criterios básicos de inclusión financiera, como derecho de la ciudadanía y de la sociedad.
El secretario general de CC.OO. ha apuntado a cambios que están acometiendo las entidades en esta línea, como el establecimiento de centros de atención a distancia, y ve las nuevas de trabajo como "una oportunidad para atender a personas en otros canales o en el territorio, aunque se cierre la sucursal".
De su lado, la secretaria general de SSE CC.OO. Banco Santander, Ana Herranz, ha apuntado que incrementar el número de personas que trabajan en los canales digitales "es fundamental" y una garantía de "empleabilidad, formación y mantenimiento del empleo de calidad". "No hay que tener miedo a estas nuevas formas de trabajo (refiriéndose a Santander Personal), sino verlo como una oportunidad", ha asegurado.
Dentro de las estrategias para garantizar el acceso sostenible a los productos financieros, CC.OO. sitúa en primer plano el debate sobre la necesidad de definir y desarrollar instrumentos financieros públicos con capacidad real, "empezando por el papel que debe jugar el Estado desde el mantenimiento de su participación estratégica en la entidad resultante de la fusión entre Caixabank y Bankia".
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