martes, 17 de agosto de 2021

“Manifestación del 14 de agosto: ¡Los niños no se tocan!”

 


MANIFIESTO DE “PADRES POR LA VERDAD ESPAÑA”

Hoy nos agrupamos sin distinción de banderas políticas, ideológicas, religiosas o de cualquier otro tipo, con la finalidad de sentar posición en torno a cuatro cuestiones que nos impactan como padres en el actual contexto de vacunación que pretende llevar a cabo el gobierno de España, toda vez que ya ha terminado el Estado de Alarma pasado y que el gobierno parece haber conseguido “vacunar” a un gran porcentaje de ciudadanos, lo que, en palabras del propio gobierno, elimina la posibilidad de nuevos contagios –ya que los “vacunados” estarían INMUNIZADOS–, pese a que todavía no logramos identificar los riesgos sanitarios para el colectivo vacunado, o tan siquiera a los que quedamos sin vacunar. Por todo ello, nos convocamos para denunciar y reclamar cuatro cuestiones fundamentales que atañen a la gestión del covid-19, a saber:

  1. Vacunación en niños

  2. Colegios de médicos

  3. Medios de comunicación 

  4. Debate científico


1.- Vacunación en niños:

Según la “Estrategia de Vacunación frente a COVID-19” (documento técnico del Ministerio de Sanidad de España, de fecha 02 de Diciembre de 2020), el gobierno ha lanzado una campaña de vacunación para 13 grupos poblacionales, siendo el último grupo el que nos convoca en esta oportunidad, referente a la vacunación de los niños de 12 a 18 años de edad –aunque también deseamos prevenir cualquier intento de vacunación en edades más bajas–.

Siempre atendiendo lo que dice el gobierno en dicho documento, la campaña tiene como objetivo reducir la morbimortalidad por COVID-19. El problema con este objetivo consiste en el rango de edad de la vacunación, puesto que el riesgo de que un niño muera de COVID-19 estaría por debajo del 0,000084% sobre el total de la población infantil y adolescente –especialmente cuando el informe del SEIP señala que en 2020, en pleno auge del covid-19, solo fallecieron 7 niños en toda España y todos y en cada caso con enfermedades previas muy graves–, con lo cual no encontramos la emergencia subyacente en esta campaña destinada a la vacunación en niños.

En su contrario, encontramos que el riesgo de vida o de padecer efectos secundarios invalidantes para el resto de sus vidas se convierte en un limitante absoluto a la hora siquiera de evaluar la posibilidad de vacunarlos por una enfermedad que a todas luces no los afecta. Por todo ello, decimos rotundamente “NO” a toda campaña de vacunación destinada a cualquier etapa de la infancia y adolescencia.


2.- Colegios de Médicos:

El juramento hipocrático (conocido como Declaración de Ginebra, cuya última revisión y aprobación data del 2017) promete, entre otras cosas:

  • VELAR ante todo por la salud y el bienestar de los pacientes;

  • RESPETAR la autonomía y la dignidad de los pacientes;

  • VELAR con el máximo respeto por la vida humana;

  • EJERCER la profesión con conciencia y dignidad, conforme a la buena práctica médica;

  • NO EMPLEAR los conocimientos médicos para violar los derechos humanos y las libertades ciudadanas, ni siquiera bajo amenaza;

Señores profesionales de la salud, vosotros tenéis conocimiento del informe firmado por 60 médicos y 36 biólogos que concluye lo siguiente:
Todos los tipos de vacunas COVID pueden producir ADE –enfermedad aumentada por vacuna (Vaccine Enhanced Disease, en inglés)–.

Estas inoculaciones se han probado con muy pocos individuos de las razas más expuestas a dicho síndrome, como son LA RAZA NEGRA Y LA HISPANOAMERICANA. Respecto a las denominadas vacunas génicas (ARNm y DNA vectorizado), NUNCA antes se han experimentado en la población humana de manera generalizada, puesto que se encuentran en FASE EXPERIMENTAL (fase IV post-comercialización).

Estas inyecciones tienen una APROBACIÓN CONDICIONADA para uso de emergencia.

En las fases de prueba se ha descartado a los voluntarios con anticuerpos COVID (debido al posible desarrollo de ADE) (Pfizer). Las fases de prueba se han hecho principalmente con individuos jóvenes y sanos, mientras que el número de personas mayores de 65-70 años y con patologías o polimedicadas ha sido INSUFICIENTE.

En las conclusiones de los estudios de esta vacuna no se descarta que se pueda evitar la transmisión y, por tanto, el contagio, a individuos sanos.
Tampoco se sabe si protegerán de nuevas variantes víricas ni cuánto durará la protección.

No hay evidencia de que no puedan producir trombosis y trombocitopenia, debido al elevado número de casos que se han producido tras la inoculación de las mismas y en un periodo de tiempo muy corto.

Hay CIENCIA BÁSICA que obliga a DESCARTAR EL POSIBLE RIESGO de los siguientes efectos adversos graves que no se han tenido en cuenta, algunos de los cuales se pueden producir a medio o largo plazo:

  1. PATOLOGÍA NEUROLÓGICA Y PARÁLISIS.

  2. ENFERMEDADES AUTOINMUNES, COMO ESCLEROSIS MÚLTIPLE Y DIABETES.

  3. ESTERILIDAD FEMENINA Y ABORTOS.

  4. ESTERILIDAD MASCULINA.

  5. INMUNODEFICIENCIA.

  6. CÁNCER (especialmente LEUCEMIAS Y LINFOMAS).

  7. ESQUIZOFRENIA Y TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO (TOC).

  8. DEMENCIA Y ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica).

  9. ALTERACIONES GENÉTICAS POR SILENCIAMIENTO GÉNICO Y/O MUTAGÉNESIS INSERCIONAL.


Los firmantes son profesionales de las ciencias y la medicina, que fueron sometidos a escarnio público por el único pecado de advertir toda esta información para que sea conocida por todos de primera mano, y vosotros faltáis en parte a las cuestiones más delicadas del juramente hipocrático que habéis realizado al convertiros en profesionales de la medicina, con lo cual vuestra ética queda en total entredicho.

Los beneficios de estas vacunas son desde insignificantes a nulos, y la sociedad lo sabe, por lo que llamamos a rescatar vuestra ética profesional y revisar vuestro juramento hipocrático y así recobrar la cordura profesional y bregar por el respeto por la vida y los derechos humanos.

¡No a la vacunación en niños y adolescentes en todas sus edades! 

¡No a la vacunación EXPERIMENTAL entre seres humanos!


3.- Medios de comunicación

La actuación periodística ha quebrantado ampliamente el primer principio deontológico del periodista, que es EL RESPETO A LA VERDAD. La parcialidad, señores periodistas, es una verdad a medias, y vuestro deber ético es mostrar la verdad tal cuál es. También os estáis cargando el principio 4°: “Se prestará especial atención al tratamiento de asuntos que afecten a la infancia y a la juventud...”. Estáis OCULTANDO la verdad, y niños y jóvenes morirán.
No estamos en estado de alarma, y las vacunas tienen una aprobación de emergencia: ¡eso, señores periodistas, no lo estáis comunicando!

¡Os demandamos responsabilidad!


4.- Debate científico

La epidemióloga Sunetra Gupta “considera que el debate científico fue lo primero que murió de Covid-19. Las voces disidentes fueron acalladas una a una, mientras se imponía la autoridad de las instituciones internacionales que nadie eligió y que el lector ya conoce. La hipérbole y el discurso belicista ayudaron, pues, en la guerra, se dice, no hay lugar para disidencias”.

Dice el Profesor Pedro Miguel Ansó Esarte: “Hay científicos (insisto: no pseudocientíficos, ni negacionistas) que, total o parcialmente, discrepan del relato oficial. Desde el Premio Nobel Luc Montagnier hasta el decano del Colegio de Biólogos de Euskadi, Jon Ander Etxebarría; desde el profesor de la Universidad de Illinois, Francis Boyle, hasta la que ha sido catedrática de Diagnósticos Clínicos y profesora de Bioquímica e Inmunología, María José Martínez Albarracín. Todos ellos tienen legitimidad para no ser silenciados y poder manifestar públicamente sus ideas. Es urgente y necesario un debate público entre científicos, filósofos y políticos de todas las tendencias que ponga todas las cartas sobre la mesa y boca arriba. Cuando una corriente científica pretende alzarse dogmáticamente con verdades incuestionables impidiendo la libre y pública exposición de otras explicaciones, pierde autoridad y se acerca peligrosamente a las pseudociencias”.
A lo que agregamos que cuando una verdad política pretende no ser objetada ni social, ni política, ni profesionalmente, a la vez que impide cualquier voz disidente, se acerca peligrosamente al totalitarismo de Estado.

España es una nación democrática, y queremos y deseamos que así persista.


Sr. Presidente Pedro Sánchez: abra el debate científico. La sociedad lo reclama con urgencia.

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