Según ha podido comprobar el diario Las Provincias a través de un documento de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, sólo dos de 307 municipios con riesgo sísmico ha elaborado los obligatorios planes de actuación municipal (PAM) ante el peligro geológico.
Estos planes, exigidos o recomendados por Emergencias en función de los diferentes peligros que amenazan la Comunitat, constituyen, en esencia, una organización de la respuesta que se daría a nivel local. O, lo que es lo mismo, diseñar una organización a escala municipal para afrontar del mejor modo posible un terremoto y garantizar al máximo la seguridad de los ciudadanos.
Según el organismo autonómico, dependiente de la Conselleria de Justicia, en la región hay 307 localidades que están obligadas a trazar y registrar este plan, la inmensa mayoría de ellas en la provincia de Alicante y el sur de Valencia. La realidad es que, hasta la fecha, únicamente dos localidades han hecho los 'deberes' ante los terremotos: Alicante y Benifaió.
En el caso de la capital alicantina, su plan local fue aprobado el pasado 2 de diciembre y homologado en el mes de marzo. Benifaió aprobó su PAM ante riesgo sísmico el 30 de noviembre de 2020 y fue homologado el 4 de marzo de 2021. Y punto final. Actualmente, el grado de cumplimiento de los pueblos valencianos ante el peligro sísmico es el más bajo si lo comparamos con los otros dos riesgos: el de incendios forestales y el de riadas.
Mapa sísmico
El Institut Cartogràfic, en colaboración con la Universidad de Alicante, ha elaborado el mapa de riesgo sísmico de la Comunitat Valenciana con un horizonte de 475 años.
El mapa se ha elaborado en función de los terremotos registrados, entre otros factores, y refleja que la zona con mayor índice de peligrosidad es la localizada entre las localidades de Santa Pola y Torrevieja.
También se ha incrementado el riesgo de que se produzca un siniestro de estas características en la zona de las comarcas limítrofes entre las provincias de Valencia y Alicante.
Así lo señaló el profesor de la UA y responsable de la red sísmica de la universidad, José Delgado, quien además ha sido el investigador encargado de la realización de dos mapas que se presentaron ayer con la asistencia del conseller de Obras Pública, Arcadi España. Uno refleja la situación actual de la red sísmica y las fallas en la Comunitat y el otro se acerca al riesgo y la peligrosidad.
Según explicó José Delgado, el mapa de peligrosidad refleja la probabilidad de que ocurra un movimiento del suelo debido a terremotos en un período de tiempo de 475 años, junto con la historia sísmica de la provincia, con las zonas que han sufrido históricamente terremotos severos y que han causado graves daños.
No obstante, Delgado quiso precisar que la sociedad no debe vivir «obsesionada» con que vaya a ocurrir un terremoto y que, pese a la actividad sísmica que se ha registrado este verano en la Comunitat Valenciana, en concreto en la provincia de Alicante, se trata de una situación que se encuentra « dentro de la normalidad«.
»No debemos vivir obsesionados con que va a ocurrir un terremoto, es algo que sucederá cuando tenga que suceder«. Según Delgado el foco hay que ponerlo en otro punto y es en que »lo que tenemos que tener como sociedad es la preocupación de que todo aquello que se haga cumpla con la normativa técnica vigente«.
El técnico de la Universidad de Alicante explicó que el objetivo de los mapas es «útil en múltiples facetas«, puesto que sirve para el diseño de planes de emergencia y saber en cada zona la peligrosidad que existe, así como también para el diseño antisísmico.
También resaltó, en relación al diseño de criterios de actuación, que serán « más severos en aquellas zonas donde la aceleración esperada es más elevada«, y por contra, »un poco más laxos donde la peligrosidad es menor«.
»Esa es la preocupación que deberíamos tener como ciudadanos«, resaltó.
Por su parte, el conseller Arcadi España mostró su satisfacción con este trabajo de investigación de la UA. Señaló que «este mapa nos permitirá diseñar mejor los instrumentos de planificación territorial, así como identificar los lugares de la Comunitat Valenciana con ese riesgo», algo «fundamental» para que los servicios de emergencia «puedan hacer esa planificación».
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