Así, las movilizaciones arrancarán este jueves 23 de septiembre en ocho ciudades españolas: Alicante, Las Palmas, Madrid, Málaga, Murcia, Sabadell, Santiago de Compostela y Valencia.
La siguiente jornada de movilizaciones será el martes 28 de septiembre, en otras nueve ciudades: Alicante, Barcelona, Bilbao, Las Palmas, Lleida, Murcia, Pamplona, San Sebastián, Valencia.
Al día siguiente (miércoles 29 de septiembre) la concentración será en León, y el jueves 30 de septiembre en Gijón, Palma de Mallorca, Sabadell y Vigo.
Las siguientes jornadas de concentración están programadas para el miércoles 6 de octubre (Alicante, Barcelona, A Coruña, Madrid, Málaga, León, San Sebastián, Valladolid y Zaragoza), el viernes 8 de octubre (Alicante, Barcelona, León, Madrid, San Sebastián y Palma de Mallorca) y el 13 y 15 de octubre (ambos días en Madrid).
Se da la circunstancia de que mañana se producirá la segunda reunión formal entre los representantes de los trabajadores y la dirección del banco para negociar el ERE. De momento, las posiciones de ambas partes están alejadas.
Los sindicatos vienen reclamando la voluntariedad de adscripción al ERE y medidas alternativas como prejubilaciones y jubilaciones anticipadas, recuperar trabajos externalizados, recolocar personas en empresas del grupo, teletrabajo, excedencias voluntarias incentivadas o un reajuste de salarios en la alta dirección.
Por su parte, Sabadell ha trasladado que está abierto a la negociación, pero ha venido recordando el contexto de necesidad en el que se mueve para lograr ser un banco sostenible.
De momento, el banco ha rechazado la mayoría de las propuestas por considerarlas inviables, aunque se ha abierto a valorar posibilidades que permitan reducir el número de empleados que se vea afectado y ha explicado que el criterio preferente para formar parte de las salidas será la adscripción voluntaria.
Igualmente, en la primera reunión el banco anunció que quedarán excluidos del ERE las personas con contrato temporal, las que se encuentren en situación de excedencia, el personal de la alta dirección, la dirección general y los trabajadores de fuera de España.
Tampoco afectará a los empleados que se ubiquen en el rango de edad de entre 50 y 55 años ni a los mayores de 63 años. No obstante, esta medida fue rechazada por los sindicatos al considerar que sin este grupo de edad, no se podrá lograr la voluntariedad de las bajas.
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