MADRID.- El inspector Javier Méndez, que fue hasta 2018 jefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional en Alicante, actuó supuestamente como “asesor personal” de un narco arrestado en la Operación Beautiful, que desmanteló en 2019 una red internacional de narcotráfico y blanqueo que movió 4.000 kilos de cocaína, según un informe confidencial de la unidad de asuntos internos al que ha tenido acceso El País.
El mando policial provocó la absolución del presunto narco Diego Moreno, a quien investigó en 2008 y 2012, tras declarar a su favor en una causa ante la Fiscalía Especial Antidroga de Alicante, según las pesquisas.
La conexión inspector-narco aflora tras analizar decenas de llamadas del traficante entre 2018 y 2019, cuando Méndez era jefe de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional en Alicante.
Las conversaciones confirman cómo el presunto narco, que arrastra 19 detenciones desde 2004, pide al jefe policial que le aconseje sobre cómo burlar la prohibición de salir de España impuesta por un juzgado porque quiere viajar a París.
“Si cojo un avión, me monto, voy y vuelvo, ¿qué posibilidades hay de tener un problema?”, preguntó el traficante al inspector el 22 de marzo de 2019. “Vale, te lo miro esta tarde y luego te doy un toque”, respondió Méndez, que ese día consultó la ficha del narco en las bases de datos policiales para cumplir con el encargo.
Moreno volvió a llamar al móvil personal del inspector el 25 de septiembre de 2019 para que le confirmara el arresto del presunto cabecilla de la Operación Beautiful, Juan Andrés Cabeza. El responsable policial informó al traficante de las pesquisas.
Un mes después, cuando el propio Moreno es detenido en Elche por su conexión con esta trama de narcotráfico, Méndez recibe una llamada desde la comisaría de esta ciudad alicantina. Un agente informa al inspector de que el narco le ha designado como “abogado”. Diez minutos después, Moreno contacta con Méndez para confirmarle su arresto.
Aprovecha su derecho a hacer una llamada. El inspector se muestra incómodo de que el traficante le llame a su móvil personal desde una comisaría. “¡Hostia!, me vas a meter en un problema”, recrimina.
“Te conozco a ti desde hace mucho tiempo, conozco a Juan Andrés, pero... el resto de historias que os imputan...”, replica Méndez, que reconoce en la charla que mantiene una “buena amistad” con los dos presuntos miembros de la organización criminal.
Los pinchazos acreditan también que la familia del supuesto narco tenía hilo directo con el inspector, tal y como confirma un mensaje de voz que recibió Méndez el día del arresto del traficante. “Hola. Buenas noches, Javier. Soy Diego Moreno padre y quería hacerle una consulta, si es posible. Gracias. Un saludo”. Las conversaciones confirman, además, como el mando supo durante años que el narco portaba el DNI de su hermano para evitar la orden de detención que pesaba sobre él.
Trato amistoso inspector-narco
La estrecha relación entre Moreno y el inspector Méndez se remonta ―al menos― a 2010, cuando el responsable policial era jefe de la brigada de estupefacientes en Alicante. El sumario de la Operación Almo, una investigación de la Guardia Civil que se saldó ese año con el decomiso de 2.000 kilos de cocaína, menciona a Moreno como “miembro destacado” de esta red.
Y recoge una llamativa comunicación con un teléfono que coincide con el móvil personal del inspector Méndez. Este le pide al narco que le dé los datos de un contenedor cargado con cocaína y le anuncia “que no va a coger a nadie”.
Tras rastrear decenas de comunicaciones, los investigadores de asuntos internos se sorprenden del trato amistoso que el narco mantiene con el mando policial. Un funcionario que en ocasiones se comportaba como un subordinado de sus investigados. “El inspector jefe Méndez Oliva parece haberse convertido en una suerte de asesor personal encargado de solucionar cualquier tipo de problema legal-policial que pudiera surgirle a Moreno”, indican las pesquisas.
La investigación infiere además que los miembros de la red de tráfico de cocaína recurrían al inspector cada vez que las cosas se ponían feas. Así, tras ser arrestado en Roma, Moreno llamó al cabecilla de la Operación Beautiful, Juan Andrés Cabeza. “¿Has hablado con Javi?”, preguntó este último. “Sí y me ha dicho que esté tranquilo”, respondió Moreno.
La Policía Nacional arrestó a Moreno por última vez en septiembre de 2019 por los delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y asociación ilícita.
José Manuel Alamán, abogado del inspector Javier Méndez, niega que el mando haya sido “asesor de narcos” y presenta a su cliente como “un activo funcionario policial en la lucha contra el tráfico de drogas”. Dice que Méndez ha recibido más de 200 felicitaciones y que tiene una trayectoria “intachable”.
“Si en alguna ocasión [Méndez] ha tratado con personas con antecedentes policiales, ha sido para recabar información en su lucha contra el narcotráfico”, indica el letrado por correo electrónico.
El abogado de Diego Moreno, Joaquín de Lacy, niega también los hechos. Y rechaza que el inspector Méndez contribuyera a la absolución de su defendido en una causa por narcotráfico en el pasado. “Mi cliente fue absuelto porque no había nada contra él. [Los investigadores] no fueron capaces de aportar pruebas”, indica De Lacy.
Según este letrado, Moreno carece de conexión con la red desmantelada en la Operación Beautiful y ha acreditado con facturas ante los investigadores percibir unos ingresos “de 200.000 euros anuales” por sus trabajos como asesor en marketing digital.
El Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional investiga al inspector Méndez y a su esposa, Carolina M., por lavar presuntamente dinero del cabecilla de la trama Beautiful en una pieza separada instruida por la unidad de asuntos internos de la Policía Nacional.
Las pesquisas apuntan que el mando participó en el comercio de compraventa de coches del cerebro de esta organización y que, junto a su esposa ―que ha adquirido 51 vehículos desde 2006― mantuvo un tren de vida insólito para un funcionario con una nómina de 3.174 euros.
El sumario aflora además que Méndez mantiene desde 2018 reuniones y almuerzos ―algunos con su pareja― con narcotraficantes. El inspector, que trabaja desde 1999 en la Comisaría de Alicante, está suspendido de empleo y sueldo y enfila la cuenta atrás para sentarse en el banquillo.
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