ORIHUELA.- La comarca de la Vega está consiguiendo volver poco a poco a la normalidad gracias a las obras de emergencia y reparación de la CHS, que han supuesto una inversión de casi 18 millones de euros para la confederación, según adelanta el diario Información.
Hace un mes se celebraba en Orihuela el III Congreso Nacional del Agua bajo el título: «Fenómenos extremos: sequías e inundaciones». Un relevante punto de encuentro entre autoridades e instituciones de toda la provincia y otras zonas vecinas de España afectadas para poner en común soluciones y estar preparados frente a futuros episodios de estas características.
Es por ello que, con motivo de la celebración de este congreso, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) presentó las principales medidas de actuación para reducir el riesgo de inundación en la Vega Baja del Segura, cuyos principios básicos son los siguientes:
- Reducir los caudales punta que afluyen al llano de inundación a través de la construcción de obras de laminación en los afluentes no controlados Rambla de Abanilla y Rambla de Tabala. Incremento de la capacidad del trasvase entre la Rambla de Abanilla y el embalse de Santomera.
- Renaturalización y homogeneización de la capacidad del encauzamiento al río Segura entre Orihuela y Guardamar del Segura. Las actuaciones sobre el encauzamiento del río Segura están destinadas a homogeneizar su capacidad por tramos, rebajar la línea de agua y aumentar moderadamente su capacidad. Al mismo tiempo se pretende renaturalizar y recuperar el medio ambiente originario en aquellos tramos en los que se intervenga.
- Creación de una red de conducciones y corredores verdes para vehicular los caudales en las grandes crecidas. Estos corredores han de discurrir por las zonas laterales más deprimidas, siguiendo el trazado de la red principal de azarbes.
- Reconstrucción de un humedal en el entorno del Hondico de Amorós. Dado que todos los caudales desbordados, inevitablemente acaban en el punto más hondo de las Pías Fundaciones, se propone la recuperación de un humedal con láminas de agua visible en el entorno del Hondico de Amorós, y la creación de un exutorio o canal dragado hasta la gola del Segura en Guardamar.
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