El presidente de la entidad, Rafael Ballester, ha remarcado durante la presentación de los resultados que el sector turístico y las exportaciones han "salvado" la economía en este tercer trimestre y ha recalcado que la administración "tiene que ayudar a las empresas a resistir y a transformarse", según sostiene un comunicado de Ineca.
En concreto, un primer análisis refleja que la provincia mantiene la senda positiva de crecimiento con la que finalizó la primera mitad del año, siendo el turismo "el sector que mejor se comportó", lo que confirma las sensaciones percibidas durante los meses de verano.
Además, remarca que la afiliación "sigue dando buenas noticias" desde los últimos siete meses superando las cifras de 2019, algo que "sin duda es relevante y relacionado directamente con el aumento de la afiliación de autónomos por encima de la media nacional dibujando la fisonomía laboral del tejido productivo de la provincia".
No obstante, ha lamentado que aún permanecen en ERTE 7.794 empleados en la provincia, "una situación que nos preocupa enormemente y que nos demuestra que estamos aún en fase lenta de recuperación, pendientes de las medidas sanitarias para reducir los contagios de la covid que posiblemente cambien durante los próximos días".
Por su parte, el director de Estudios y autor del informe, Francisco Llopis, ha añadido que además del elevado paro registrado hay que tener en cuenta que entre 1.000 y 2.000 empresas no están a pleno rendimiento por tener a sus empleados en ERTE y este tejido productivo opera a menor ritmo.
El trabajo pone de manifiesto que en la provincia la crisis ha afectado en mayor medida a las empresas jóvenes (1 a 3 años de antigüedad), puesto que ha caído su peso en casi 4 puntos desde 2019. En cambio, las sociedades con 9 y 10 años de antigüedad son las que han salido "más beneficiadas".
"También es relevante añadir que son las empresas más grandes y las más pequeñas las que mejor comportamiento han tenido", ha añadido.
En este sentido, ha agregado que las empresas que contaban con hasta 3 años de antigüedad en el 2019 representaban el 32,3% de las firmas con trabajadores y actualmente este porcentaje se ha reducido al 28,5%. Por el contrario, las empresas entre 9 y 10 años antigüedad son las que han salido beneficiadas y ahora han cogido peso, pasan del 5,4% al 7,4".
Según Ballester, "esta estructura del tejido productivo nos debería hacer reflexionar sobre cuál es la provincia que queremos, con un desempleo crónico que tan difícil se nos hace recuperar".
"En septiembre de 2021 el paro en la provincia de Alicante sumaba 22.000 personas más que en febrero de 2020 mientras que en España se contabilizaron tan sólo 11.700 desempleados más en el mismo periodo", ha añadido.
Del mismo modo, ha agregado que "el desempleo es nuestro problema más acuciante a resolver porque detrás de esta cifra se esconden familias enteras que necesitan apoyo social y que ven interrumpido su crecimiento vital a corto, medio y largo plazo".
"Si a este problema le unimos una inflación disparada y un problema de suministro sin precedentes, podemos estar, si es algo más que coyuntural, ante una tormenta perfecta de dimensiones aún difíciles de prever, aunque sí vemos como desde otras instituciones se están rebajando las previsiones de crecimiento y recuperación", ha subrayado.
Así, ha detallado que el turismo y la mejoría de las exportaciones han evitado que la situación socioeconómica empeorara, y gracias a ello, aún podemos hablar, en el tercer trimestre, de recuperación económica, ciertamente lenta si la comparamos con la media nacional.
No obstante, el calzado sigue sufriendo los envites de la crisis global y aún está por debajo de las cifras de facturación de 2019, lo que afecta directamente a unos 1.300 trabajadores del sector.
Ballester ha enfatizado que "debemos analizar los próximos meses con toda la atención que la situación requiere. Nuestras empresas deben asegurar su presente y futuro, y eso pasa, entre otras cosas, por la digitalización y la diversificación de las actividades económicas".
Por último, ha considerado que el tejido empresarial de la provincia de Alicante "debe crecer", ya que "es el único modo para sortear esta crisis externa y global y fortalecer la actividad económica de la provincia, de manera que cuando surjan otras situaciones comprometidas, podamos enfrentarnos a la marejada desde una posición de fortaleza, y no de debilidad como estamos en la actualidad".
Esta situación de escaso poder productivo se refleja que en la provincia el número de empresas con trabajadores asciende a 59.682 y además ha disminuido ligeramente 0,50% respecto a octubre de 2019. En España esta cifra se ha mantenido.
"Y lo más llamativo es que hay 80.000 empresas sin trabajadores en la provincia, teniendo en cuenta que el tamaño medio de las empresas de la provincia de Alicante es un 24% menor que la media española", añade.
No hay comentarios:
Publicar un comentario