sábado, 19 de febrero de 2022

El cielo no cambia de lugar / Salvador Sostres *


Cuando era más joven te habría mandado mil ramos de rosas con sus mil dedicatorias, diciéndote cuánto te admiro y te quiero y que una princesa rebelde es un rayo de luz más hermoso que las maquinarias juntas de todos los partidos de la Tierra. 

Pero tengo ya 46, he visto a muchos ídolos caer, me han echado de dos periódicos o mejor dicho de tres, y he aprendido que por mucho que artistas y genios nos creamos el gol de Maradona, sin la maquinaria no somos nada.

Y cada vez que fantaseamos con que si nos echaran el mundo se pararía, si sucede descubrimos que los únicos parados somos nosotros, que el mundo continúa exactamente igual y que el furor con que nuestros entusiastas nos adoraban se vuelve simple y llano, humillante olvido. Me gustaría tener mejores noticias para ti porque serían mejores noticias para mí.

Pero créeme presidenta que me echarían de ABC por irme de frente contra un cargo intermedio del periódico -ya no digamos contra el director- mucho antes que por un artículo incendiario. Fuera también hay vida, pero ve tú a surfear sobre las inciertas olas de los digitales.

Por lo tanto, cálmate y piensa cuál es tu objetivo y quién te puede ayudar a conseguirlo. Es tu vida, como le escribí el miércoles a Pablo. ¿Quieres tener razón o ganar las próximas elecciones? Hace ya muchos años, sucedió en una aldea y puede que no lo recuerdes, pero aunque fue un euskaldún drama que el lehendakari Garaikoetxea fundara su propio partido, quienes se acabaron imponiendo fueron Arzalluz y el PNV. 

Federico, que te adula y te azuza y te llama al conflicto abierto, tiene oyentes muy férreos, entre los que yo a veces me cuento, pero su audiencia es irrisoria si la comparas con la de Herrera en COPE.

Presidenta, eres ahora la heroína, con tus buenísimos resultados electorales y tu aire tan sexy de libertaria rebelde. Casado y Teodoro son los villanos en la zona gris de la maquinaria, la estructura pesada y la disciplina. 

Pero aferrarse a un corazón como a una boya es peligroso y el cielo no cambia de lugar tras nuestro correr angustiado de animal herido. Tú y yo somos periodistas y sabemos que todo halago es hueco y que la intemperie nunca es un buen consejo.

 

(*) Columnista 


 https://www.abc.es/opinion/abci-salvador-sostres-cielo-no-cambia-lugar-202202182024_noticia_amp.html

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