El anuncio del Ministerio de Asuntos Exteriores se produce dos semanas después de que los países de la UE eliminaran al poderoso clérigo de 75 años de su propia lista de sanciones más reciente, tras la oposición de Hungría.
El patriarca Kirill, responsable de los cristianos ortodoxos rusos desde 2009, puso a su iglesia al servicio de Putin, con el que comparte su ambición de una Rusia conservadora, fuerte e imperial, y apoyó la ofensiva de Moscú en Ucrania.
Desde hace muchos años, el dirigente religioso de 75 años, no duda en mostrarse bendiciendo armas y misiles. Él, igual que Putin, también ve a Ucrania y a Bielorrusia como países “hermanos” que debieron permanecer bajo la férula de Moscú, y no como naciones diferentes.
“Hoy nos dirigimos a los facilitadores y autores de la guerra de Putin”, declaró la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss.
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