Este plan desesperado, pero bien diseñado, viola múltiples cargos del Código de Nuremberg, un tratado de derechos humanos y ética médica que no se aplica de ninguna manera.
Esta operación de estelas químicas biocidas fue habilitada por el Real Decreto 463/2020 , de 14 de marzo, que facultaba al Ministro de Sanidad para tomar “una serie de medidas encaminadas a proteger el bienestar, la salud y la seguridad de los ciudadanos y la contención de la progresión de la enfermedad y fortalecer el sistema de salud pública”.
El Real Decreto 463/2020 habilita al ministro de Sanidad “para dictar las órdenes, resoluciones, disposiciones e instrucciones interpretativas que, en su ámbito de actuación como autoridad delegada, sean necesarias para garantizar la prestación de todos los servicios, ordinarios o extraordinarios, a fin de para proteger de personas, bienes y lugares, mediante la adopción de alguna de las medidas previstas en el artículo undécimo de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio.”
Además, la orden SND/351/2020 otorgó al Ministerio de Sanidad español el poder supremo e ilimitado para activar las Fuerzas Armadas españolas y las Unidades Militares de Emergencia para desplegar productos químicos biocidas sobre los ciudadanos. El ministro de Sanidad, Salvador Illa Roca, utilizó estas nuevas competencias para “dictar” experimentos médicos sobre toda la población, utilizando como herramienta a los militares de acuerdo con el artículo 15.3 de la Ley Orgánica 5/2005, de la Defensa Nacional.
España tiene un historial de uso de “medios aéreos” para modificar el clima
España había adoptado previamente procedimientos para rociar a toda la población con productos químicos. La norma UNE-EN 14476 autoriza al Ministerio de Sanidad a elaborar una lista de productos químicos virucidas, antisépticos y desinfectantes. El Real Decreto pide al Ministerio de Sanidad que active los “medios aéreos” y las “técnicas de desinfección aérea” que se desplegarán durante una emergencia.
Las técnicas incluyen nebulización, termonebulización y micronebulización, con el objetivo declarado de llegar a “todas las superficies” del país. Las unidades de defensa QBRN dentro de las Fuerzas Armadas y la Unidad Militar de Emergencias ya están equipadas para desplegar estos materiales y realizar procedimientos de desinfección aérea a nivel nacional.
Estas acciones suelen denominarse “teoría de la conspiración”, aunque España se ha utilizado anteriormente como campo de pruebas para estelas químicas que incluyen dióxido de plomo, yoduro de plata y diatomita. Estas operaciones de estelas químicas se utilizaron en 2015 para diseñar el clima. El cóctel aumenta las temperaturas locales y expulsa la humedad del cielo para crear condiciones propicias para el turismo.
El eurodiputado Ramón Tremosa Balcells testificó ante el Parlamento Europeo el 19 de mayo de 2015 que trabajadores de la Agencia Estatal de Meteorología informaron de aviones que esparcieron los productos químicos tóxicos por toda España.
Los globalistas como Bill Gates también están tratando de usar países como campos de prueba para proyectos de estelas químicas que oscurecen el sol . Estos proyectos de geoingeniería se han propuesto como soluciones para el “cambio climático”.
El proyecto de Bill Gate ha sido considerado poco ético por científicos internacionales. Estos programas de geoingeniería tienen un impacto negativo en los patrones climáticos, la agricultura, los ecosistemas, la calidad del aire, la salud humana y la seguridad alimentaria y del agua, al tiempo que cuestionan una variedad de violaciones de los derechos humanos.
¿Quién es el dueño de los cielos y quién será responsable de experimentar con poblaciones humanas sin su consentimiento?
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