MADRID.- En esencia, la desconexión entre votantes y representantes electos,
entre ciudadanos y clase política, se ha repetido en forma de “deseo”,
por así decirlo, atribuyendo a Fratelli d’Italia un papel que el propio partido ha declarado durante semanas que no quiere asumir, ya
que no pretende cuestionar ni las políticas de la Unión Europea ni los
objetivos de la OTAN y el deep state estadounidense.
Es como si el italiano medio hubiera decidido votar por Meloni a pesar de ser abiertamente continuista con la agenda de Draghi, como para obligarla a que -en virtud de una abrumadora mayoría- se atreva y dé esos pasos que hasta la víspera de las Elecciones prometió no dar.
Parece que el objetivo actual más activo de los globalistas es
chocar y destruir primero los países indígenas de los blancos, es decir,
Europa, con la guerra ruso-ucraniana por un lado, la destrucción
económica de la UE por el otro.
La tradicional Giorgia Meloni es quizás el caballo de Troya para
terminar el trabajo: la moneda europea se está derrumbando, y ahora con
el gobierno de Meloni, podría ayudar a acelerar el colapso de los
mercados de bonos primero italianos y luego generales de la UE también…
esto va junto con la UE. Escasez de energía, voladura de oleoductos,
colapso económico general alemán y europeo, destrucción de la clase
media europea.
Los países anglosajones, como Canadá, aparecen un poco más tarde en la fila.
Sugirió que Europa (y Rusia) deben ser sofocadas, para
preservar el dominio del dólar y los EE. UU. un poco más, a fin de
prepararse para una batalla final posterior, tal vez entre un Occidente
anglo-judío y los chinos Hacen que son a su manera quizás casi tan
persistentemente (ya veces discretamente) tribales como lo son muchos
judíos. “
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