MADRID.- Tres semanas después de que el PP ganara las elecciones municipales y autonómicas y en plenas negociaciones para conformar gobiernos, el PP se muestra por primera vez contundente con respecto a sus posibles coaliciones con Vox. Por el momento, ha marcado una única "línea roja": que el candidato de Vox a la Generalitat valenciana no ocupe un puesto en el gobierno autonómico en un futurible acuerdo entre ambos partidos.
"Para nosotros, un condenado por maltrato no es una persona que se debiera dedicar a la política", ha clarificado el portavoz de campaña, Borja Sémper.
Lo ha hecho meses después de conocer que Carlos Flores (en la imagen) era el candidato a la Generalitat pese a haber sido condenado en 2002 por la Audiencia Provincial de Valencia a un año de prisión y al pago de 6.000 euros por un delito de violencia psíquica habitual contra su exmujer, de la que se había divorciado en 1999.
Ahora, en vísperas de que el candidato más votado en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, se reúna con Flores -como ha hecho con el resto de partidos- para negociar su investidura, en Génova ponen un cordón sanitario a los de Santiago Abascal, tensando aún más la negociación de Mazón.
¿Y si Vox cambiara a su candidato? La dirección evitar responder. Son días de despachos y mucha negociación. Sí subrayan que, hasta el momento, no les consta que Abascal tenga a Flores como su única condición. Si bien Flores es una línea roja para los populares, por el contrario, su formación no lo es.
"No hay veto con Vox en los ayuntamientos", sostienen fuentes del PP, que dejan en manos de sus alcaldes o candidatos a las alcaldías las negociaciones en sus municipios. "Hasta el sábado hay tiempo para negociar y acordar gobiernos municipales".
Una hora antes de esto, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha hecho un llamamiento al PP para sellar acuerdos en los 135 municipios en los que sus votos son necesarios para evitar gobiernos de izquierdas. Vox se compromete a negociar "donde haga falta y hasta donde haga falta", eso sí, sin "chantajes" ni "presiones".
A Mazón se le presenta un escenario complejo, ya que solo llegaría a presidir la plaza más cotizada del 28M con el voto favorable de Vox a la investidura. El PP cuenta con 40 escaños, por los 46 de la izquierda (31 PSPV y 15 Compromís), por lo que la clave está en los 13 parlamentarios de la formación de Abascal, según 20 Minutos.
Este lunes, el candidato de Compromís en las pasadas elecciones autonómicas, Joan Baldoví, ha confirmado la negativa de su grupo a abstenerse en la investidura del ganador del 28M por el PPCV, Carlos Mazón, al considerar que sería darla "gratis" porque después "acabará pactando con Vox".
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