“Nunca unas elecciones generales en España habían sido tan seguidas en Argelia”, comenta a El Independiente Djamel Eddine Bouabdellah, presidente del Círculo de Comercio e Industria Argelino-Español (CCIAE). Confirma que desde que el 8 de junio el régimen argelino paralizara el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, “no se ha producido movimiento ni evolución alguna”. Los canales entre ambos gobiernos se hallan rotos y las transacciones bancarias desde y hacia España bloqueadas.
Una constatación que también confirman desde el empresariado español. “Estamos totalmente paralizados. La situación no ha cambiado en nada”, señala a ese diario Julio Lebrero, presidente de la Asociación de Empresas Afectadas por la Crisis con Argelia (AECA), registrada oficialmente durante la última semana tras meses de gestiones.
La integran inicialmente una veintena de las 650 compañías españolas que operaban en Argelia hasta el giro del Gobierno español en el contencioso del Sáhara. El adelanto electoral decretado la pasada semana por Pedro Sánchez ha dejado sin efecto las iniciativas parlamentarias que trataban de impulsar ayudas para el sector.
“En una de sus comparecencias, el nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo había prometido ayudas para poder beneficiar a las empresas, pero ahora está todo bloqueado”, lamenta Lebrero.
La asociación mantiene entre sus planes la presentación de una reclamación patrimonial contra el Estado español por los perjuicios causados por el cambio alineándose con los postulados de Marruecos en la ex colonia española, avanzada por El Independiente el pasado marzo. Los informes jurídicos que han encargado la consideran una reclamación viable. En total, las pérdidas económicas de las empresas asociadas alcanzan los 100 millones de euros en el ejercicio de 2022.
La cifra real es mayor si se cuantifica el volumen total del comercio de las empresas hispano-argelinas y los datos del comercio bilateral inmediatamente anteriores. En total, unos 4.000 millones de euros, según fuentes argelinas. La política, apuntan en Argel, es la única motivación que ha convertido en proscrita cualquier relación con los proveedores españoles.
“Lo que siempre nos han trasladado las autoridades es que se trata de una crisis política y que no hay ninguna solución. Solo queda confiar en las elecciones generales del 23J y que se pueda abrir una nueva página”, desliza Bouabdellah.
Argel exigirá un gesto al nuevo Gobierno
Una vez celebrados los comicios y formado nuevo ejecutivo, Argelia reclamará un gesto previo a cualquier deshielo de los lazos que, de algún modo, suponga subrayar que la resolución del litigio saharaui se circunscribe a la ONU, en línea con las últimas declaraciones de Portugal.
Así al menos lo expresan fuentes cercanas a Argel en declaraciones a este diario. Valdría un movimiento de tal calibre ignorando la carta enviada por Sánchez a Mohamed VI en la que, a diferencia de otros países europeos, se usaba el superlativo para reconocer el plan de autonomía presentado por Rabat en 2007 como “la base más seria, realista y creíble” para la resolución del conflicto.
Según se desarrollen las próximas semanas y los primeros contactos con el Congreso de los Diputados que configuren las urnas, los empresarios españoles no descartan trasladar sus demandas a Bruselas. Se niegan, en cualquier caso, a dar por perdido un mercado en el que disfrutaban de posiciones de liderazgo, tal y como sugirió el ministerio dirigido entonces por Reyes Maroto. “Abrir un mercado e implantarse no se hace en quince días. A mi empresa le costó nueve años”, comenta Lebrero.
Uno de los sectores más damnificados por el volantazo español en el Sáhara es la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos. Hasta el pasado junio Argelia era el segundo destino de sus exportaciones. Fuentes de la asociación admiten que el negocio “lleva un año paralizado”, con pérdidas económicas que superan los 140 millones de euros.
“Entendemos que el bloqueo argelino
se debe a la actuación del gobierno, por lo que esperamos que el nuevo
ejecutivo retome las negociaciones diplomáticas y resuelva la situación,
que afecta directamente a nuestro sector, principal exportador a
Argelia en la Comunidad Valenciana”, esbozan. Un cierre del mercado que
se suma a la falta de ayudas por el incremento del precio del gas.
Italia y Portugal, en busca de las oportunidades
Ante el veto impuesto a los productos españoles, otros países europeos han aprovechado la coyuntura. Italia, Portugal, Francia o Alemania han resultado los más beneficiados. El ministro italiano de Agricultura y Pesca ha visitado Argel esta semana para reforzar los lazos comerciales y a finales del mes pasado fue el sector de la automoción italiano el que desembarco en una feria sectorial en la capital argelina.
Los encuentros al más alto nivel se han sucedido en algunos de los países involucrados. En enero la primera ministra italiana Giorgia Meloni, que esta semana ha viajado a Túnez, eligió Argel para su primer periplo por África desde que asumió el cargo. A finales del mes pasado fue el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune quien aterrizó en Lisboa para estrechar contactos comerciales.
Roma ha logrado reducir notablemente su dependencia al gas ruso del 40% al inicio de la invasión rusa a gran escala en Ucrania hasta el 10% el pasado octubre mientras las exportaciones de energía hacia Argel crecieron un 34%, en una estrategia iniciada en tiempos de Mario Draghi como primer ministro. Ha sido precisamente el gasoducto que conecta Argelia con Túnez e Italia el que ha permitido aliviar esa exposición al gas ruso.
Los acuerdos de Eni con la petrolera estatal Sonatrach y el inicio de la producción de automóviles de Fiat en Argelia desde el pasado marzo se han visto ya reflejados en las cifras, duplicando el comercio, de los 8.000 millones de dólares en 2021 hasta los 16.000 millones el año pasado. “Italia y Argelia, ahora más que nunca, aspiran a una asociación en la que todos salgan ganando”, apunta desde el italiano Centro de Estudios Internacionales.
En el caso español, Argelia fue el principal proveedor de gas natural el pasado abril por delante de Estados Unidos y Rusia, según los datos difundidos por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). En total, Argel aportó 10.247 gigavatios hora, un incremento del 7,3 % respecto al año pasado y un 26,7 % del total de las importaciones netas de gas natural.
Las empresas españolas han contribuido en cierta medida a la entrada de otros países europeos en el mercado argelino. Algunas firmas han deslocalizado su producción a países vecinos como Portugal o Francia para sortear así las trabas impuestas por Argel. “En realidad, es una quijotada. Les hemos puesto en bandeja a otros el acceso al mercado argelino”, lamentan algunos empresarios consultados.
En otros casos, se ha optado por emplear compañías con sede en otros estados europeos para hacer transitar la mercancía, elevando los costes. “Los empresarios argelinos han empezado a buscar proveedores en otros países pero la relación óptima en términos de coste y calidad es España. Estamos más cerca de España que de cualquier otro socio europeo y lo normal sería que todo vuelva a su cauce”, concluyen desde Argel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario