Es un mecanismo que favorece la representación de las provincias menos pobladas porque todas tienen asegurado un mínimo de dos diputados, pero que también recibe muchas críticas: hay quienes denuncian la sobrerrepresentación de los partidos nacionalistas y otros que censuran el exceso de poder que otorga a los grandes partidos nacionales.
¿Pero qué hay de cierto en todas esas críticas? ¿Cambiaría algo el dibujo del Congreso con una sola circunscripción electoral para toda España? Para salir de dudas, 20 Minutos ha realizado una simulación repartiendo los 350 escaños de la Cámara Baja bajo una hipotética circunscripción única, según los resultados de las elecciones generales de este domingo 23J y manteniendo el sistema de reparto que establece la Ley d'Hont. Este sería el resultado:
- PP: 120 (-16)
- PSOE: 115 (-7)
- Vox: 45 (+12)
- Sumar: 45 (+14)
- ERC: 6 (-1)
- Junts: 5 (-2)
- Bildu: 4 (-2)
- PNV: 4 (-1)
- PACMA: 2 (+2)
- BNG: 2 (+1)
- Coalición Canaria: 1 (0)
- CUP: 1 (+1)
Como se puede apreciar, los dos grandes partidos, PP y PSOE, serían los más perjudicados porque perderían 16 y 7 escaños, respectivamente. El PP se mantendría como primera fuerza en el hemiciclo, pero caería de 136 a 120 diputados, mientras que los socialistas pasarían de 122 a 115, en segunda posición.
En el lado opuesto aparecen Vox y Sumar, los grandes beneficiados de la circunscripción única, ya que ambos escalarían hasta los 45 diputados. La formación de Abascal ganaría 12 escaños y la de Yolanda Díaz, 14.
Perderían representación los principales partidos nacionalistas vascos y catalanes porque Junts y Bildu cederían dos diputados, mientras que PNV y ERC entregarían uno. Sin embargo, la CUP, que se ha quedado sin representación tras las elecciones del 23J, lograría mantenerse en el Congreso con un escaño. También el BNG ganaría un escaño y se situaría con dos, mientras que Coalición Canaria mantendría su escaño.
La circunscripción única permitiría, asimismo, la entrada en el Congreso del partido animalista PACMA, que obtendría dos diputados, y dejaría fuera a Unión del Pueblo Navarro (UPN), que el 23J logró un escaño.
Pero más allá de las subidas y bajadas de cada partido, la circunscripción única dibujaría un panorama mucho más esperanzador para Pedro Sánchez que para Alberto Núñez Feijóo de cara a sus posibles investiduras. Mientras que la suma de PP y Vox se quedaría en 165 diputados y Feijóo seguiría incluso más lejos que ahora de la mayoría absoluta (176), a Sánchez sí le darían las cuentas.
De hecho, eliminando las 52 circunscripciones, Sánchez ya no dependería de Puigdemont para ser investido presidente del Gobierno porque al PSOE le bastaría con los votos de Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG para lograr la mayoría absoluta. La ahora imprescindible abstención de Junts, no sería necesaria.
Con la regla del 3% solo quedarían cuatro partidos
En la simulación anterior hemos eliminado la exigencia de alcanzar un mínimo del 3% de los sufragios para poder obtener un escaño. Es una norma recogida en la ley electoral y que se aplica en cada una de las 52 circunscripciones, pero que si se aplicara en una circunscripción única borraría del arco parlamentario a todas las formaciones de ámbito autonómico.
Es decir, desaparecerían del Congreso los partidos nacionalistas porque solo lograrían representación aquellos partidos de ámbito nacional, ya que el umbral del 3% se situó en las recientes elecciones generales en 734.476 votos y el partido nacionalista más votado, ERC, solo alcanzó los 462.883 sufragios.
Aplicando la regla del 3% en una circunscripción única, los 350 escaños de la Cámara Baja se distribuirían de la siguiente forma:
- PP: 130
- PSOE: 124
- Vox: 48
- Sumar: 48
Con estas reglas del juego, el gran beneficiado sería Feijóo, que podría ser investido con los votos de Vox al alcanzar los 178 diputados. En cambio, la unión del PSOE y Sumar se quedaría en 172 escaños, a cuatro de la mayoría absoluta.
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