ORIHUELA.- En la Vega Baja del Segura se cultiva el 40% del limón de España, unas 400.000
toneladas al año en un total de unas 30.000 hectáreas de cítricos. A
diferencia de los que ocurre en otras partes de la Comunidad Valenciana,
el cultivo no está en retroceso, todo lo contrario, a pesar de la
escasez de agua llega a crecer ligeramente y que representa el 50% de la renta agraria de la provincia de Alicante.
La III Jornada de Cítricos ASAJA Alicante ha puesto
sobre la mesa dos de los problemas más importantes que tiene el cultivo
de los cítricos: naranjas, mandarinas y limones, a parte del agua: las
políticas en materia agraria que se toman desde Bruselas y los bajos
precios que percibe el agricultor por sus productos, hecho que agrava el
problema del relevo generacional en el campo.
“Desde ASAJA Alicante
exigimos una mayor firmeza en la defensa de los cítricos alicantinos, y
solicitamos que las autoridades europeas garanticen la seguridad
alimentaria de todos los ciudadanos dejando a un lado presiones
ecologistas y acuerdos con terceros países a los que se les exime de las
obligaciones que a nosotros nos imponen, por ejemplo, en cuanto a
pesticidas que en Europa están prohibidos hace más de treinta años”,
manifestó el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu durante la inauguración.
El evento que ya celebra su tercera edición, organizado por ASAJA
Alicante con el respaldo del Ayuntamiento de Orihuela y la Diputación de
Alicante, ha congregado a más de 200 agricultores, empresarios del
sector agroalimentario, representantes de universidades, regantes y
autoridades políticas, ha sido un punto de encuentro para intercambiar
experiencias, denunciar los problemas y conocer nuevas informaciones que
puedan ayudar a asegurar la continuidad de los cítricos, un
auténtico motor para la economía valenciana y nacional.
La asociación lleva tiempo denunciando que en Europa no se cumplen
los principios de preferencia de nuestros productos frente a los de
terceros, y que tampoco hay reciprocidad, por lo que estamos ante un
gran desafío que, de no resolverse “impulsará el abandono de las
explotaciones agrarias”.
El panel de expertos que ha participado en la mesa redonda, quienes
defienden la agricultura y la ganadería en el Parlamento Europeo, han
reconocido que las políticas europeas “dan la espalda al sector
primario”, pero que “hay que seguir presionando para que este momento
crítico nos haga salir con más fuerza”.
Uno de los mayores problemas del sector agrario alicantino es la
rentabilidad agraria. Por ello, ASAJA Alicante, en su compromiso por
vigilar las prácticas comerciales desleales que por desgracia se están
convirtiendo en habituales a pesar de estar prohibidas por la Ley de la
Cadena Alimentaria, ha elaborado un modelo de contrato de compraventa de
cítricos “más justo y equilibrado”.
Tras escuchar atentamente las
demandas de los productores de cítricos, el departamento jurídico de la
asociación ha redactado un contrato que incluye cláusulas que considera
fundamentales para que las relaciones comerciales no acaben lastrando la
rentabilidad del agricultor.
En este punto ha centrado su ponencia el abogado y secretario técnico de ASAJA Alicante, Ramón Espinosa,
quien ha explicado las novedades de este contrato: por un lado, es
necesario especificar la fecha de recolección.
“Cuando la recolección no
se realice dentro de la fecha límite convenida sin justa causa, el
vendedor podrá dar por resuelto el contrato y reclamar el precio total
acordado. No obstante, y sin perjuicio de lo anterior, el vendedor
también podrá vender a terceros la cosecha restante, sin perder el
derecho a ser indemnizado por los daños y perjuicios sufridos, de cuyo
montante se descontará el precio de la segunda venta”.
Otro punto a tener en cuenta es la necesidad de los albaranes de
corte y recolección con datos como el pesaje y computo de la fruta antes
de que esta salga de la finca y sea transportada a su destino. Estos
aspectos ayudan a tener pruebas que garantizan una mayor seguridad para
ambas partes.
No menos importante es el tema de los destríos en los cítricos. Al no
estar especificado, muchas firman se llevan gratis hasta el 60% de la
cosecha en concepto de destríos alegando que van destinados a la
industria cítrica cuando en realidad la venden como producto de segunda
en fresco en el mercado internacional.
Este abuso, como lo califica
ASAJA-Alicante, además incumple la normativa del Reglamento de la UE
543/2011, y deja al agricultor en una situación de absoluta
vulnerabilidad en cuanto a capacidad de negociación y valor económico.
Para solventarlo, los abogados de ASAJA Alicante proponen fijar un
porcentaje mínimo y un precio para aquella fruta recolectada objeto de
minoración que carezca de los requisitos para ser comercializada en
fresco y tenga como destino la industria de transformación.
Para que
resulte de aplicación este precio será necesario que el comprador
acredite documentalmente al vendedor que dicho producto ha sido
efectivamente destinado a dicha industria.
Por último, Espinosa ha incidido en que conforme la modificación
producida en la ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la
cadena alimentaria en febrero de 2020, debe hacerse mención expresa a
que el precio cubra el coste efectivo de producción.
Asimismo, ha
informado sobre la labor de la AICA (Agencia de Información y Control
Alimentarios) y ha animado a los presentes a denunciar prácticas que
actualmente están prohibidas por la ley anteriormente mencionada, aunque
ha reconocido que la Administración y los Gobiernos deben de dotarla de
mayor presupuesto para aumentar la vigilancia, pues son muchas las
vulneraciones que se producen en el sector.
Campaña de cítricos en Alicante
En cuanto a la producción de limón, ASAJA Alicante espera una cosecha
entre un 25 y un 28% mayor a la del año pasado, que fue la campaña más
corta de los últimos ocho años, por tanto, “volvemos a un cierto estado
de normalidad”, según palabras de Andreu, “con la gran ventaja de que
iniciamos campaña con un mercado completamente desabastecido, ya que los
productores del hemisferio sur han encontrado para sus limones otros
destinos más rentables que el europeo”.
Por esa razón, la demanda del
limón se prevé elevada, lo que invita a mantener cierto optimismo.
La naranja alicantina cae levemente en producción, alrededor de 1%,
pero muy lejos de los descensos del 38% de Andalucía y el 20% de
Valencia. “Aún no estamos en campaña, falta un mes, pero están muy
activas las ventas en campo ante la previsible falta de producto para
atender la demanda”.
En mandarina hay un ligero crecimiento respecto al año pasado, que
experimentó una merma de casi 400.000 TM. Este año se recuperan unas
100.000, “aunque seguimos muy lejos de una producción normal”, manifestó
el presidente de la asociación alicantina.
En resumen, para este año se esperan 1.250.000 TM de limón, unas
2.800.000 TM de naranjas y unas 1.700.000 TM de mandarinas, con una
merma global de 1.300.000 TM sobre la producción media de los últimos
años.
En precios, ASAJA informa que actualmente la naranja Navelina cotiza
en el campo alicantino, entre 0,3 y 0,40 euros/kg, el limón entre 0,58 y
0,65 euros/kg un corte y las mandarinas 0,8 euros/kg en Oronules.
Otra de las ponentes ha sido la presidenta de Intercitrus, la Interprofesional Citrícola Española, Inmaculada Sanfeliu,
quien abordó los retos de futuro del sector citrícola en cuanto a
reciprocidad y control fitosanitario en aduanas.
Sanfeliu se centró en
Sudáfrica, el principal proveedor extracomunitario de cítricos de la UE,
por lo que reclama medidas más contundentes por parte de Europa, para
que dejen de entrar plagas como la mancha negra y la falsa polilla.
“Este año y hasta agosto, Sudáfrica “ya acumulaba hasta 32 detecciones”.
Además, aprovechó su intervención para reclamar que el tratamiento en
frío se extienda también a mandarinas y pomelos y se quejó de que no se
está cumpliendo rigurosamente.
De ahí, que la organización considere necesario implementar un
sistema que permita verificar que el cold treatment se aplica tal y como
marcan las normativas internacionales y fue recogido en su momento en
el Diario Oficial de la UE.
En concreto, reclama que, antes de partir
hacia el destino europeo, el operador concrete cuál será su puerto de
entrada. Además, exige que todos los contenedores -como establece la
Norma Fitosanitaria NIMF 42- incorporen las tres sondas de pulpa que
deben medir y registrar la temperatura de la parte central de la fruta.
Por último, ha incidido en la postura de Intercitrus de excluir a los
cítricos y al zumo de naranja del Tratado Comercial de la UE con los
países de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), pendiente de
ratificar.